Ramella y el incendio de la Casilla Blaquier: “las sospechas no son ridículas ni ilógicas”

El siniestro que destruyó la histórica construcción de 1903 genera sospechas sobre intencionalidad de los hechos y reaviva cuestionamientos al rol del Estado en la protección del patrimonio arquitectónico marplatense.

El incendio que consumió totalmente la histórica Casilla Blaquier, ubicada en la intersección de las avenidas Colón y Alvear, ha reavivado las tensiones entre preservación patrimonial y especulación inmobiliaria en Mar del Plata. La construcción de 1903, declarada patrimonio arquitectónico municipal, ocupaba un terreno valuado en aproximadamente 900.000 dólares, según estimaciones del mercado inmobiliario.

Nino Ramella, ex presidente del Ente de Cultura municipal y reconocido defensor del patrimonio arquitectónico, analizó en dialogo con el Retrato, el episodio en el contexto de una problemática más amplia que afecta a todo el casco histórico de la ciudad. El especialista destacó que “las sospechas no son ridículas ni ilógicas” respecto a la posible intencionalidad del siniestro, aunque enfatizó la necesidad de aguardar “las pericias que la justicia ha ordenado para saber si ha sido o no intencional”

La Casilla Blaquier formaba parte de un conjunto de seis viviendas similares construidas en 1903 por iniciativa de Benjamín Anchorena. Las construcciones, de estilo bungalow, fueron diseñadas para rentarlas a los veraneantes que comenzaban a llegar a la ciudad.

Esta última que quedaba en pie había sido comprada por los Blaquier y era usada para su personal de servicio. Ramella remarca esta perspectiva histórica señalando que la casilla constituía “un testimonio de la opulencia del patriciado porteño que se instala en Mar del Plata”, ya que los Blaquier la adquirieron para alojar a los obreros que construían la villa familiar ubicada enfrente.

Ramella dirigió sus principales críticas al rol del Estado municipal en la preservación patrimonial.El Estado es el responsable de preservar patrimonialmente aquellos valores arquitectónicos y urbanos con los que cuenta la ciudad de Mar del Plata“, enfatizó, contrastando la situación actual con su gestión al frente del área de preservación: “En mi condición de presidente del Ente de Cultura tuve el área de preservación cuatro años a mi cargo y no se tiró una sola casa de bien patrimonial”.

El especialista denunció el incumplimiento de la Ordenanza 10.075, que establece la conformación de una Comisión Honoraria de Preservación integrada por la universidad, institutos profesionales y especialistas urbanos. “Hace 30 años que no se integra”, señaló Ramella, agregando que “nunca, a pesar de ser una ordenanza de la propia municipalidad, la propia municipalidad no responde a sus mismas indicaciones”

El análisis de Ramella abarcó las diversas modalidades empleadas para eludir las restricciones patrimoniales: “Hay muchas cosas, no solamente un incendio, sino también casas que se abandonan, casas que deliberadamente se empobrecen o se abandonan para que el barrio empiece a decir que es preferible que venga algo nuevo”.

Ramella, además, introdujo una perspectiva adicional al mencionar “la advertencia que hizo PROCUNAR, que es la Procuraduría del Narcotráfico, donde menciona que la principal vía de lavado de activos del narcotráfico es la industria de la construcción“. El especialista cuestionó si “la municipalidad, las autoridades ponen su mirada en los orígenes de esos capitales”. Como ejemplo concreto, citó “un edificio que están construyendo en la calle Colón y Güemes empresas que fueron señaladas por la ministra de seguridad Patricia Bullrich como implicadas en lavado de narcotráfico”.

El debate trasciende el caso Blaquier. Ramella mencionó las presentaciones judiciales realizadas por organizaciones como “Mirada Ciudadana” contra la construcción de la torre de 35 pisos en el barrio Stella Maris en Falucho y Alem.

Se plantea entonces un interrogante sobre el modelo urbano que se quiere para Mar del Plata en el futuro, por su parte, la perspectiva Ramella es clara: “Lo importante es la identidad, lo importante es que nosotros reconozcamos algo que nos pertenece, que forma parte de nuestra vida, de nuestra historia”