(Especial para el Retrato) A medida que el verano llega a su fin, Mallorca se consolida como el principal destino turístico del archipiélago balear, con más de 7 millones de turistas recibidos hasta el 22 de agosto de 2025, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y la Agencia de Turismo de las Islas Baleares.
El mes de julio destacó especialmente: 2.036.446 turistas llegaron a las islas, un aumento del 0,6 % respecto al mismo período del año anterior. Aunque no hay cifras exactas desglosadas por isla, se estima que una proporción significativa visitó Mallorca, confirmando su posición como destino predilecto en el Mediterráneo.
Las playas de Palma, Calvià y las calas de la costa este, como Cala d’Or y Cala Gran, fueron los puntos más concurridos. La ocupación hotelera promedio en julio alcanzó un 86,6 %, y zonas como Palma-Calvià rozaron el 90 % durante los fines de semana, reflejando el alto flujo de visitantes.
Entre los turistas extranjeros, predominan los procedentes de Alemania, Reino Unido y Países Bajos, mientras que el turismo nacional mostró una caída del 9,4 %, según los registros de julio. Este escenario abre un debate creciente sobre la saturación y el impacto en la calidad del servicio, así como la sostenibilidad del modelo turístico actual de la isla.
Alcúdia, un imán para familias y turistas europeos
Al norte de Mallorca, Alcúdia se posiciona como uno de los destinos más visitados de la temporada. Su casco histórico amurallado, calles empedradas y puerto deportivo atraen tanto a familias como a turistas internacionales. Su extensa playa de más de 7 kilómetros y la oferta hotelera y gastronómica hacen de Alcúdia un punto de encuentro clave para quienes buscan combinar cultura y sol.
Mallorca cierra el verano 2025 con cifras récord, consolidando su atractivo internacional, pero con la sensación de que el desafío hacia adelante será equilibrar el flujo turístico con la calidad de vida de los residentes y la sostenibilidad ambiental de la isla.