Becchi y su lucha por la identidad borrada por un decreto entre gallos y medianoche

La comunidad italiana en la Argentina, una de las más grandes del mundo fuera de Italia, atraviesa un momento de profunda incertidumbre. Desde el 28 de marzo de 2025, un cambio drástico en la legislación sobre ciudadanía italiana dejó a miles de descendientes fuera del derecho a nacionalizarse, especialmente a aquellos bisnietos y tataranietos de italianos que hasta ahora podían iniciar el trámite por vía administrativa. La nueva ley rompe con el principio de transmisión por sangre (Ius Sanguinis) más allá del nieto directo, alterando un derecho histórico vigente desde 1912.

En este contexto crítico, el Retrato dialogó con Alberto Becchi, presidente del COMITES (Comitato degli Italiani all’Estero) de Mar del Plata, quien brindó un panorama completo sobre esta situación y el rol fundamental del Comité que encabeza.

¿Qué es el COMITES y cuál es su función?

Alberto Becchi preside el COMITES Mar del Plata, un organismo oficial del gobierno italiano elegido democráticamente por los ciudadanos italianos residentes en el exterior. “Nuestra función principal es tutelar los derechos de los italianos en la circunscripción consular y trabajar junto al Consulado en actividades culturales, sociales y administrativas”, explicó Becchi.

El comité está compuesto por 16 consejeros: 12 elegidos directamente por la comunidad italiana y 4 que representan a los descendientes sin ciudadanía, designados por los propios electos. “Trabajamos como un cuerpo colegiado. No cobramos nada por esta función, y todo lo hacemos de forma voluntaria”, remarcó.

Además de la asistencia en trámites, el COMITES organiza eventos como la Settimana della Lingua, Settimana dello Sport, Settimana della Cucina Italiana y la Settimana dell’Italianità, con el objetivo de mantener viva la identidad cultural en el extranjero.

El decreto que cambió todo: “No fuimos consultados”

La nueva legislación fue impuesta de forma intempestiva. “Salió de madrugada, sin consulta previa a los COMITES ni al CGIE (Consejo General de los Italianos en el Exterior), que es el ente de segundo grado encargado de representar a los italianos en el exterior ante el gobierno italiano”, lamentó Becchi.

Hasta el 28 de marzo, todo descendiente de italiano podía iniciar el trámite por vía administrativa si demostraba el vínculo sanguíneo, sin importar la cantidad de generaciones. “Se cortó una línea generacional histórica, y eso nos duele profundamente”, afirmó.

El nuevo régimen: menos derechos, más obstáculos

Hoy, la ciudadanía solo puede transmitirse directamente desde un padre o abuelo italiano. Quienes descienden de bisabuelos o generaciones anteriores deberán residir en Italia durante al menos dos años y aplicar a la ciudadanía bajo una nueva figura legal llamada “oriundo”.

Y lo que es peor: la ciudadanía obtenida bajo este nuevo régimen no se podrá transmitir a futuras generaciones, salvo que los hijos nazcan cuando la residencia en Italia ya esté asentada. “Esto rompe con el principio de ciudadanía por sangre que rigió durante más de 100 años”, señaló el titular del comité.

El drama de los turnos perdidos y la incertidumbre legal

Uno de los efectos más crueles del cambio legal fue la anulación de trámites que estaban en curso. “Mucha gente había conseguido turno antes del 28 de marzo. En muchos casos, quedaron en el aire. No sabemos cuántos son, porque por ley de privacidad no podemos acceder a los datos, salvo que la persona venga directamente al COMITES”, explicó Becchi.

Desde el comité, están ayudando a todas esas personas con asesoramiento gratuito, especialmente en el armado de carpetas y el pedido de documentación a Italia. “Es lo menos que podemos hacer ante una situación tan injusta”, añadió.

¿Hay esperanza de revertir la ley?

Consultado sobre la posibilidad de que la ley se revierta, Becchi fue cauto pero realista. “No soy optimista, porque esta Ley ya está en vigencia. Algunos constitucionalistas italianos sostienen que hay artículos con visos de inconstitucionalidad, lo que podría llevar el caso a la Corte Constitucional Italiana, pero eso aún no ha ocurrido.”

Mientras tanto, el COMITES enfoca sus esfuerzos en ayudar a quienes todavía tienen una posibilidad dentro de los plazos legales actuales. “Hay una fecha límite: el 31 de mayo de 2026, para quienes no lograron inscribir a sus hijos menores antes del cambio de ley. Es fundamental que lo hagan ya.”

Una comunidad golpeada, pero activa

La comunidad italiana en Mar del Plata y en toda Argentina vive este momento con desazón. Muchos descendientes que soñaban con recuperar la ciudadanía de sus abuelos y bisabuelos hoy ven ese derecho frustrado. Sin embargo, el trabajo del COMITES no se detiene.

No vamos a bajar los brazos. Nuestro compromiso es con la comunidad, con nuestras raíces y con quienes buscan justicia histórica”, concluyó Becchi.

Para consultas y asesoramiento gratuito, el COMITES Mar del Plata atiende a la comunidad en su sede habitual. La lucha por la identidad sigue viva.

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