Crisis y expectativas políticas en la industria metalúrgica de Mar del Plata

En entrevista con el Retrato, el Secretario General de la CGT de Mar del Plata, José Luis Rocha, expuso la difícil situación que atraviesa el sector metalúrgico local, con empresas operando al 60% de su capacidad. Rocha denunció que la crisis no es ajena a la realidad nacional, marcada por el cierre de miles de pymes y la pérdida de más de 200,000 empleos, mientras el sector mantiene su esperanza en un cambio de rumbo tras las próximas elecciones.

La industria metalúrgica en Mar del Plata está “sufriendo una crisis que refleja la situación a nivel nacional”. Así lo confirmó José Luis Rocha, referente de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y Secretario General de la CGT. En sus declaraciones, Rocha detalló que, con la excepción de las pocas empresas que trabajan para el sector energético, la gran mayoría de las fábricas locales operan a un 60% o 70% de su capacidad.

La industria en general está sufriendo, y los metalúrgicos no estamos ajenos a esta crisis”, afirmó Rocha. El dirigente advirtió que la situación podría agudizarse si las políticas económicas actuales no cambian y refutó las cifras oficiales del gobierno, que hablan de 13,000 pymes cerradas en 2024. Según los datos que maneja el sindicato, la cifra real asciende a 15,000, y con una trágica consecuencia de más de 200,000 trabajadores que quedaron sin empleo a nivel nacional.

Rocha enfatizó que las pymes son el motor del empleo en Argentina y que su cierre tiene un impacto devastador, ya que, a diferencia de las grandes empresas, les resulta extremadamente difícil volver a abrir. “Una pyme que cierra es muy difícil que vuelva a la vida,” sentenció.

A la crisis económica se suma a un conflicto laboral por la demora en la homologación de los acuerdos paritarios por parte de la Secretaría de Trabajo. José Luis Rocha mencionó que la UOM acordó un aumento salarial en abril y mayo que, a pesar de las negociaciones, tardó más de dos meses en ser oficializado, dejando a los trabajadores sin el dinero correspondiente y afectando directamente el financiamiento de las obras sociales sindicales. “Eso repercute en la vida de los trabajadores porque es un dinero que no están recibiendo mes a mes, y repercute en las obras sociales porque se mantienen con el aporte de los trabajadores”

El caso de ESKABE: un conflicto resuelto, pero con producción estancada

El dirigente sindical utilizó el caso reciente de la empresa ESKABE para ilustrar la problemática de las homologaciones. La empresa se había negado a pagar el aumento salarial hasta que el acuerdo no fuera homologado. Una vez oficializado, pretendía pagar el retroactivo en varias cuotas.

Se generó una situación de enfrentamiento”, reconoció Rocha. Tras la mediación de la UOM, la empresa accedió a pagar el total del retroactivo, resolviendo el conflicto. Sin embargo, la situación de la fábrica no es del todo favorable. Aunque el problema salarial está superado, la empresa enfrenta un bajo nivel de producción debido a la falta de ventas, lo que mantiene a los trabajadores “sin producir” mientras esperan la temporada alta de sus productos (calefactores y sistemas de refrigeración), que comenzaría en febrero-marzo.

Rocha concluyó que la situación actual está completamente “atada a lo que pase el 7 de septiembre y el 26 de octubre”, dejando en claro que para el dirigente, el futuro de la industria marplatense depende del cambio de rumbo que pueda surgir de las urnas.