Ricardo Auer: “Los factores de poder ven que Milei va camino a chocar con el iceberg”

En un análisis crudo de la coyuntura, el analista Ricardo Auer describió el rápido desgaste de la base de sustentación del Gobierno de Javier Milei. En diálogo con el Retrato, argumentó que una conjunción de factores de poder (económicos, mediáticos y políticos) ha comenzado a operar para forzar una corrección ante lo que perciben como una gestión de “mala praxis” cuyo rumbo conduce a un choque inevitable. El diagnóstico se sustenta en el giro editorial de medios afines, la presión financiera y el surgimiento de alternativas políticas transversales.

Según la perspectiva del analista político Ricardo Auer, los recientes acontecimientos no son casualidad, sino el resultado de un “momento de grandes cambios” impulsado por la “inviabilidad del proyecto político de Milei”. Auer sostiene que los factores de poder, que siempre actúan detrás de los gobiernos, han decidido que el rumbo actual es insostenible. “Los factores que yo hablo son, sin ninguna duda, los mediáticos, los económicos, y los de la política“, afirmó.

El giro mediático es el más evidente. El especialista señala como periodistas afines al gobierno, antes pilares del relato oficial, se han mostrado críticos: “No es casualidad, o se sintieron mal ellos personalmente o bien alguien les indujo a decir mira esto se está complicando no va más”. Es la expresión de un cálculo donde la rentabilidad política de sostener un relato cedió ante los riesgos de asociarse con una gestión de “mala praxis”.

El núcleo de la crisis, sin embargo, es económico. Auer apunta a la tasa de interés del 75% como un instrumento autodestructivo: “Produce que nadie tenga crédito” y calificó al plan económico como “artificial”, diseñado para “aguantar” hasta las elecciones de octubre. La política, según el analista, está diseñada para aplacar la inflación a cualquier costo, estrangulando la producción real y liquidando el empleo en el proceso. Por último, la reciente medida de libertad en la compra de dólares, leída como una decisión del Presidente por encima de su ministro de Economía, Luis Caputo, habría sido la gota que rebalsó el vaso al agregar volatilidad impredecible.

“Milei miente sistemáticamente”

Milei miente sistemáticamente“, asevera Auer, refiriéndose a la deuda. Explica que, si bien el gobierno dice que la está reduciendo, en realidad se está “capitalizando los intereses”, lo que hace que “cada vez debamos más“. Además, denuncia que el gobierno está utilizando la emisión monetaria, aunque oculta el circulante en los encajes bancarios.

En el tablero político, el desgaste se acelera. Auer califica el “armado político” oficialista como “un desastre” y señala la quema de puentes con aliados naturales como el PRO y la constante confrontación, que “resta a montones de gente”. Frente a esta implosión, resalta el surgimiento de la “entente” de gobernadores de Jujuy, Mendoza, Santa Cruz, Chubut y San Luis como el embrión de una alternativa posmileista, basada en la concertación y el diálogo, valores antagónicos al estilo oficial.

El distanciamiento, según el analista, incluye incluso a los “liberales reales”, que temen que el Gobierno “queme” la etiqueta liberal para una generación. Episodios de alto impacto social y político, como el recorte a discapacitados y la amenaza sobre el PAMI, son vistos como “un disparo en la cabeza” autoinfligido que acelera el éxodo de apoyos por el “desprecio grosero que demuestran”.

La proyección para después de octubre es lapidaria

La proyección de Auer para después de octubre es lapidaria. Desmonta la ilusión de un “milagro eleccionario”: incluso una victoria en las urnas no le daría al oficialismo los escaños necesarios para gobernar sin vetos. “Un país que vive a vetos, no es factible para que vengan inversiones”, sentencia. Esta inviabilidad legislativa es, para él, parte del motor que impulsa a los factores de poder a buscar una salida ordenada antes de diciembre.

El legado del gobierno, en su visión, será ambivalente. Por un lado, Auer concede que Milei “aportó la apertura de la caja y vimos todo el desastre que había dentro”. Sin embargo, su balance es abrumadoramente negativo: “Y él agregó más desastre a esa caja”. Concluyó que el saldo final será el de “uno de los peores gobiernos de la historia”, no necesariamente por su ideario (con el que Auer no se muestra en desacuerdo en su objetivo de balance fiscal), sino por su “mala praxis” operativa, su incompetencia en la gestión política y la profundización de la crisis que pretendía resolver.

El futuro del país, según su visión, depende de una variable crucial, que es el diálogo. “Si hay diálogo entre las diversas fuerzas, si podemos terminar con la polarización, ahí se encuentra una solución intermedia”, proyecta. De lo contrario, la situación podría terminar en un “vacío de poder” al final del año, el peor de los escenarios para la Argentina.