
La exvicepresidenta, Cristina Kirchner, apuntó contra el jefe de Estado, Javier Milei, pocas horas después de que el juez Sebastián Casanello ordenara 14 allanamientos en la sede de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), en la Droguería Suizo Argentina y en domicilios particulares de los principales implicados en la causa, a raíz de los audios del ex titular del organismo, Diego Spagnuolo, que comprometen a Karina Milei, a Hernán “Lule” Menem y al propio mandatario.
En sus redes sociales, Cristina Kirchner recordó que fue condenada bajo el argumento de que “una presidenta no podía no saber” lo que sucedía en la obra pública de Santa Cruz y cuestionó que Milei pretenda ahora desligarse de responsabilidades. “Si yo debía saber, vos sí que sabías”, advirtió la ex mandataria, y citó los audios en los que Spagnuolo asegura haber informado personalmente al jefe de Estado sobre los retornos cobrados a laboratorios para la compra de medicamentos.
La expresidenta subrayó que las coimas del 3% que, según Spagnuolo, recibían Karina Milei y “Lule” Menem son “infinitamente más graves” que las acusaciones por las que ella fue juzgada. Además, remarcó que el caso pone al descubierto la selectividad del Poder Judicial, al que acusó de ser un “instrumento del poder económico y de los intereses extranjeros”.
El cruce de la vicepresidenta coincidió con el operativo ordenado por Casanello, que incluyó allanamientos en las oficinas de la ANDIS, en la Droguería Suizo Argentina y en las casas de Spagnuolo, de Daniel Garbinelli, director de Acceso a los Servicios de Salud, y de los empresarios Jonathan y Emmanuel Kovalivker. Según fuentes judiciales, en uno de los procedimientos se secuestró el celular de Emmanuel Kovalivker y una suma considerable de dólares distribuidos en sobres, aunque Spagnuolo no fue hallado y su teléfono, pieza clave de la causa, aún no pudo ser secuestrado.
En las grabaciones difundidas, la voz atribuida a Spagnuolo describe que Karina Milei recibía un 3% de las contrataciones y que Martín Menem también formaba parte de los retornos, que habrían ascendido a “de medio palo para arriba por mes”. “Tengo todos los WhatsApp de Karina”, afirma en uno de los audios, al mismo tiempo que relata haberle advertido a Milei lo que sucedía en la ANDIS.

Tras la repercusión de los audios, el Gobierno resolvió desplazar a Spagnuolo de la conducción de la ANDIS y anunciar la intervención del organismo. La decisión, en lugar de cerrar el escándalo, fue leída como una confirmación de la veracidad de las acusaciones que ahora investigan la Justicia y el fiscal, Franco Picardi.
La exvicemandataria, en su descargo, también resaltó los vínculos de Jonathan Kovalivker, uno de los empresarios señalados en la maniobra, con el ex presidente Mauricio Macri, y recordó que la Droguería Suizo Argentina fue la principal proveedora de medicamentos del organismo. “Todo tiene que ver con todo”, señaló en relación con la trama que mezcla funcionarios actuales, dirigentes de la gestión anterior y miembros de la Justicia.
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, fue hasta ahora el único funcionario en referirse al escándalo, aunque lo hizo con distancia: “No pongo las manos en el fuego por ningún funcionario. Son temas que tiene que investigar la Justicia”. Mientras tanto, desde la Casa Rosada reina el silencio y las miradas están puestas en el teléfono de Spagnuolo, que podría contener las pruebas más sensibles de la operatoria.
Los audios de la ANDIS salpicó varios personajes
Los audios de Spagnuolo desataron una crisis de magnitud en la Casa Rosada porque comprometen directamente a Karina Milei, a Lule Menem y a otros funcionarios de máxima cercanía al Poder Ejecutivo. “Están choreando”, se escucha decir en una de las grabaciones, en la que asegura haber advertido al propio Presidente.

El ex titular de la ANDIS también señaló como parte de la maniobra a la Droguería Suizo Argentina, la mayor proveedora de medicamentos del Estado en el área, y a los empresarios Jonathan y Emmanuel Kovalivker, uno de los cuales fue hallado con dólares en sobres.
Según el relato de Spagnuolo, las coimas se cobraban sobre cada contrato con laboratorios y ascendían a millones mensuales, un esquema que habría tenido cobertura política desde lo más alto del Gobierno.
El hallazgo o no del celular de Spagnuolo aparece ahora como el elemento decisivo de la investigación, ya que el propio ex funcionario aseguró que allí conserva los mensajes que prueban la operatoria y el involucramiento de los principales nombres del entorno presidencial.