
Tras la decisión de la administración nacional de Javier Milei de intervenir la Agencia de Discapacidad de la Nación (ANDIS), que se efectivizó con el corrimiento de Diego Spagnuolo, el Gobierno anunció una auditoría interna y nombró a Alejandro Vilches como nuevo interventor del organismo.
Es que, en los últimos días, se dieron a conocer unos audios donde se escuchaba a Spagnuolo hablar de un supuesto pedido de coimas a laboratorios farmacéuticos. Los porcentajes estarían repartidos entre funcionarios, como la presidenta del partido libertario y su mano derecha, Eduardo “Lule” Menem, mientras que la droguería Suizo Argentina sería un punto de recaudación que “sube” los fondos a Presidencia.
Ante el escándalo, el miércoles a la noche, el Ejecutivo nacional decidió remover de manera preventiva a Spagnuolo. En paralelo, el organismo informó que el Ministerio de Salud, a través de su titular Mario Lugones, intervendrá la ANDIS hasta tanto se nombre un nuevo responsable, con el objetivo de “garantizar su normal y correcto funcionamiento”.
“Se acaba de intervenir la Agencia Nacional de Discapacidad, el interventor será el Dr. Alejandro Alberto Vilches, médico especializado en gestión de sistemas de salud pública y privada, y actual Secretario de Gestión Sanitaria. Su primera misión será realizar una profunda auditoría en el área”, informó el vocero presidencial, Manuel Adorni.
En esa línea, funcionario nacional denunció que las pensiones por invalidez fueron históricamente una caja de la política que “este gobierno está decidido a romper para garantizar los derechos de quienes realmente lo necesitan”. “En ese marco se profundizará la gestión de auditorías y revalidación de pensiones”, agregó.
Cabe destacar que, la decisión de correr al titular del ANDIS se tomó pasadas las 20:00 horas, tras una cumbre de emergencia en Casa Rosada, de la que participó la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; y el asesor presidencial Santiago Caputo.
De momento, ante la trascendencia pública de los audios que denuncian hechos ilícitos por parte de funcionarios del Gobierno libertario, la Justicia abrió una investigación, la cual estará a cargo del fiscal Franco Picardi. Las grabaciones fueron difundidas en el programa Data Clave, conducido por Mauro Federico en el canal de streaming Carnaval.
Pedido de coimas en la Agencia de Discapacidad: los audios de Spagnuolo
El material atribuido a Spagnuolo describe con precisión un funcionamiento en el que operadores de la agencia solicitaban dinero a empresas proveedoras del Estado, especialmente en el rubro de medicamentos, para acceder a contratos oficiales.
“A mí me están defalcando la agencia”, afirma el funcionario en uno de los registros, aludiendo a la participación directa de un dirigente vinculado a la gestión anterior de Mauricio Macri, que habría asumido el control financiero del organismo.
Además, en los audios, Spagnuolo grafica la operatoria: “Van a pedirle guita a los prestadores”, tras explicar que estos pedidos de dinero a las empresas farmacéuticas funcionaban como un costo extra no regulado, necesario para garantizar la firma de convenios y el acceso a servicios públicos esenciales.
Uno de los actores clave es la Droguería Suizo Argentina, empresa vinculada al titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem. Según el propio libertario, el mecanismo permitía a la droguería actuar como intermediaria privilegiada, con capacidad para definir condiciones y precios ante los proveedores locales.

“La gente de la Suizo llama a los proveedores y les dice ‘escuchame, no llames más el 5, vas a tener que poner el 8 (lo que cobran de medicamentos), lo traés a la Suizo y nosotros lo subimos a Presidencia. Por teléfono. Así se están manejando’”, expresa en los audios el titular del ANDIS.
Además, en la descripción de las coimas, el funcionario relata que el entramado también abarcaba servicios relacionados fuera del área farmacéutica, como internaciones y transporte. “Esto lo hacen de ratas. Es un kiosco de 20/30 mil dólares por mes”, expresa, haciendo alusión a las supuestas cifras que se recaudaban por mes a partir de estas maniobras.
En ese sentido, Spagnuolo detalla que la estructura irregular operaba sin su control directo ni intervención, limitándose a, según sus propias palabras, “controlar que lo mío esté ordenado porque el quilombo lo hacen atrás. A mis espaldas. Yo no tengo nada que ver”.