
El candidato a concejal por Potencia, Luis Distéfano, realizó un duro diagnóstico sobre el sistema educativo provincial y local. El exsecretario de Educación afirmó que las decisiones políticas en los últimos años han debilitado la calidad educativa, con consecuencias como la pérdida del pensamiento crítico en los estudiantes y una alta deserción en el primer año universitario.
El candidato a concejal por Potencia, Luis Distéfano, referente en educación con una extensa trayectoria en la gestión pública, expresó su profunda preocupación por el estado actual de la educación en Mar del Plata. En diálogo con “el Retrato”, Distéfano sostuvo que las políticas implementadas a nivel provincial han provocado un “deterioro en materia educativa” y que las consecuencias de estas decisiones se sentirán en los próximos años.
El exdirector de escuelas criticó las decisiones del gobierno provincial, en particular la eliminación de la repitencia en el nivel secundario. Afirmó que esta medida, sumada a la laxitud en la aplicación de los límites y las sanciones, ha generado aulas donde es “prácticamente imposible” dar clase.
“Los profesores son a veces agraviados, insultados, nadie les da bolilla”, describió Distéfano, y agregó que los alumnos, especialmente los adolescentes, “ya saben que van a pasar de año, ya saben que van a aprobar, ya saben que si hacen algo no va a pasar nada“. Esto, según el candidato, ha provocado que lo académico haya quedado “de costado”.
Distéfano sostuvo que el impacto de estas políticas se ve reflejado en los estudiantes que egresan del secundario. En la actualidad, muchos jóvenes no tienen pensamiento crítico y carecen de conceptos básicos sobre el ejercicio de la ciudadanía, ya que materias como Instrucción Cívica fueron reemplazadas por “Construcción Ciudadana”, que, si bien es una actividad válida, no brinda el contenido necesario.
El candidato a concejal también señaló que la falta de exigencia académica y la eliminación de las mesas de exámenes han generado una generación de estudiantes “no acostumbrados al fracaso“, lo que se traduce en una “enorme deserción” en el primer año de la universidad, dónde se enfrentan a un formato más estricto. “Estos son los profesionales que vamos a tener”, advirtió, destacando que el problema no es inmediato, sino que tendrá un “impacto muy fuerte” en los próximos diez años.
Frente a este panorama, Distéfano remarcó que las soluciones pasan por “darle certezas a la escuela” y devolverles a los directores la “autoridad” para poder tomar decisiones académicas y disciplinarias que sean acordes a su comunidad educativa. El candidato subrayó que, si bien una parte importante del problema depende de las políticas provinciales, una ciudad como Mar del Plata debe exigir y tomar cartas en el asunto para que la situación no siga empeorando.