
Este miércoles 6 y jueves 7 de agosto, trabajadores y trabajadoras del CONICET iniciaron un paro nacional de 48 horas con epicentro en una vigilia frente al Polo Científico-Tecnológico, en el barrio porteño de Palermo. La medida, convocada por ATE CONICET, Jóvenes Científicos Precarizados y otras organizaciones del sector, denuncia el desfinanciamiento crítico del organismo, la pérdida del poder adquisitivo y la falta de respuestas por parte del gobierno.
Según los gremios, más de mil trabajadores, entre investigadores y personal de apoyo, aún esperan sus designaciones pese a tener concursos aprobados. Tampoco se han anunciado los resultados de la convocatoria a la carrera de investigador 2023, ni se han garantizado prórrogas para becarios cuyos contratos vencen sin certezas de continuidad. Esta situación agrava la precarización laboral y pone en riesgo el funcionamiento del sistema científico nacional.
“Hoy que el CONICET maravilla a miles de personas descubriendo el fondo de nuestros mares, el gobierno lo vacía bajo la excusa de las investigaciones útiles”, expresó Gonzalo Sanz Cerbino, secretario general adjunto de ATE CONICET Capital. Por su parte, Sol Martínez, secretaria gremial, cuestionó la ausencia de diálogo: “Hasta hoy, ni Genua ni Salamone han recibido a los trabajadores. Nos vamos a quedar hasta que den la cara”.
La protesta visibiliza una situación que, según los gremios, se vuelve cada vez más insostenible. Exigen una respuesta urgente para garantizar la continuidad de la investigación pública y el respeto a los derechos laborales en uno de los organismos clave del desarrollo científico del país.