Vacaciones de invierno: El impacto económico a nivel nacional fue un 11,2% menor a 2024

Viajaron 4,3 millones de turistas por las vacaciones de invierno. La mayoría de las provincias estuvieron por debajo del invierno pasado. Incidieron la situación económica y la menor presencia de turistas internacionales frente a un tipo de cambio menos favorable. De acuerdo con los datos de CAME, el gasto promedio diario por turista rondó los $ 89.000 y la estadía media fue de 3,9 días.

La temporada de invierno 2025 en la provincia de Buenos Aires fue moderada, afectada por factores que limitaron el turismo local y con poca repercusión por parte del turismo internacional. La ocupación hotelera estuvo por debajo del año pasado en la mayoría de las ciudades, tanto en la costa como en el interior.

En Mar del Plata la temporada arrancó con niveles de apenas el 30%, alcanzando el 60% sólo en algunos días pico. Localidades como Pinamar, Villa Gesell y Necochea tuvieron un flujo turístico contenido, con mayoría de familias, pero en menor medida que en temporadas anteriores.

En el interior provincial destinos como Tandil, Sierra de la Ventana o San Antonio de Areco lograron niveles de ocupación dentro de lo esperado, con buenos números en cabañas y hospedajes rurales. Se destacaron circuitos como las rutas del vino bonaerense, las termas del centro y sur y los destinos serranos y rurales, elegidos por ofrecer tranquilidad, naturaleza y costos más bajos.

Las escapadas cortas de fin de semana fueron predominantes, con residentes que aprovecharon la cercanía y los precios promocionales. Las reservas comenzaron tarde y hubo una fuerte presencia de ofertas de último momento. En ese contexto, Chascomús se consolidó como una opción cercana y tranquila. Registró una ocupación hotelera promedio del 49%, con una estadía media de 3 días y 2 noches y un gasto diario por visitante de $ 103.000.

El impacto económico fue un 11,2% menor a 2024

Las vacaciones de invierno sintieron la caída en el poder adquisitivo familiar, la pérdida de competitividad cambiaria y un clima más frio y lluvioso de lo habitual. En ese contexto, viajaron 4,3 millones de personas por el país, 10,9% menos que el año pasado, y gastaron $ 1,5 billones en las ciudades que integran el circuito turístico nacional. El impacto económico fue un 11,2% menor a 2024, medido a precios constantes.

El turismo interno movilizó a millones de argentinos en este invierno, favorecidos por el desdoblamiento vacacional. Con una estadía menor, pero con fuerte presencia, se consolidó el rol del turismo nacional, con un impacto de US$ 1.163 millones de dólares.

En estas vacaciones, los turistas de mayor poder adquisitivo eligieron salir al mundo, mientras que el turista que se quedó en Argentina eligió mayormente los destinos en base a las ofertas y a las promociones encontradas.

Si bien el informe elaborado por el sector Turismo de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) sólo contabilizó turistas, cabe destacar que hubo un número considerable de excursionistas que se desplazaron por todo el país.

La estadía media bajó de 4,1 días en 2024 a 3,9 este año y el gasto diario promedió los $ 89.236, que, a precios reales (es decir, descontando la inflación), resultó un 4,8% superior al año pasado.

Un contraste que pone en evidencia la difícil situación del sector turístico es la comparación con 2023: viajó un 21,5% menos de gente que ese año y la estadía media se redujo 13,3% desde los 4,5 días de dos años atrás.

Un dato que anticipó la mayor tendencia a viajar fuera del país fue el Hot Sale de mayo, donde más de la mitad de las ventas fueron a destinos internacionales. Además, según el último informe del INDEC, los viajes internacionales crecieron 67% interanual en el primer cuatrimestre del año.

También hubo efectos positivos, como el escalonamiento de las vacaciones escolares, que permitió tener movimiento durante las cuatro semanas del mes de julio y evitó la sobrecarga de las rutas nacionales. Además, le dio a la gente un abanico más amplio de opciones de alojamiento para mejorar precios.

Frente al frío y el clima inestable, las zonas de playas estuvieron más relegadas y los viajeros se inclinaron por opciones de montaña, nieve, termales y turismo rural.

Este año sobresalieron destinos tradicionales como Bariloche, Puerto Iguazú, los valles y las sierras cordobesas, Ushuaia, San Martín de los Andes, Villa La Angostura, Mendoza, Salta, El Calafate y los complejos termales de Santiago del Estero y de Entre Ríos.

Los destacados de este invierno

El termalismo fue el gran refugio del frío. Frente a un invierno más frío y húmedo de lo habitual, miles de turistas cambiaron la playa por las aguas termales. Complejos como los de Termas de Río Hondo y Entre Ríos registraron alta demanda, consolidando al turismo de bienestar como una opción fuerte fuera del verano.

Más cultura, menos consumo. Museos, ferias locales y funciones teatrales gratuitas fueron el plan elegido por muchas familias para abaratar salidas. En provincias como Salta, Tucumán, Córdoba y Buenos Aires se multiplicaron las actividades sin costo, con aforos llenos.

La nieve como lotería climática. La escasa y tardía llegada de la nieve generó incertidumbre en destinos de Cordillera, especialmente en Mendoza, Neuquén y Río Negro. Hubo cancelaciones durante la primera semana de julio, ya que la nieve de junio no fue suficiente para activar muchas de las pistas. Sin embargo, esa situación se fue normalizando con el correr del mes, dejando operativas a la mayoría de las pistas.

Globos aerostáticos en Tucumán, un fenómeno inesperado. Por primera vez, los turistas pudieron sobrevolar los Valles Tucumanos en globo aerostático como parte del festival “Julitos y Julietas”, en la localidad de Yerba Buena. La experiencia se volvió viral en redes sociales y se consolidó como una de las propuestas más originales del receso invernal.

El “turista termómetro” y el poder del clima en la decisión del viaje. Las búsquedas online sobre “dónde está nevando en Argentina” o “clima en Bariloche hoy” escalaron posiciones en Google durante julio, confirmando que el clima fue el principal disparador de reservas para la temporada invernal.

Los food trucks y las ferias artesanales ganaron las calles. En muchas ciudades los festivales gastronómicos al aire libre lograron convocar a pesar del frío. Yerba Buena, Bariloche, Salta y Rosario fueron algunas de las que apostaron por esta modalidad, con buena respuesta del público local y de los turistas.

El viajero de último momento resultó el protagonista de la temporada. Un rasgo que se consolidó este invierno fue la figura del viajero de último momento, una tendencia que ya se venía observando en temporadas anteriores, pero que en 2025 se profundizó notablemente. En un contexto de alta incertidumbre económica y con cambios constantes en los hábitos de consumo, muchos turistas optaron por tomar decisiones sobre sus viajes con escasa anticipación, priorizando la flexibilidad, las promociones puntuales y las condiciones climáticas al momento de definir su destino.