
El Dr. Juan Manuel Vandale trabaja desde hace cinco años en el Hospital Privado de Comunidad, un centro de salud que no deja de crecer y que ha consolidado un modelo de atención integral que prioriza la calidad, el compromiso médico y la continuidad del cuidado.
“Me formé acá y después de terminar mi especialidad en Rosario, quise volver porque el sistema del hospital me resultaba ideal. Yo no quería estar rotando entre cinco consultorios, como pasa en muchos lados. Acá tengo dedicación exclusiva, y eso me permite enfocarme solo en mis pacientes”, dijo el profesional medico ante “el Retrato”
El HPC ha construido una estructura que libera al profesional de las preocupaciones logísticas y administrativas, permitiéndole concentrarse en su labor médica. “No me preocupo por la secretaria, ni por el alquiler, ni por la obra social. Me dedico a trabajar, a atender bien, y eso es impagable”, asegura.
Este modelo, sin embargo, requiere compromiso. “Hay veces que veo 40 pacientes por día. No es fácil, pero a mí me gusta. Es la forma de trabajo que elegí. No todos los médicos están dispuestos, porque implica resignar libertades. Pero ganás en estabilidad, equipo y calidad de vida laboral”, comenta.
El crecimiento del HPC es palpable no solo para quienes trabajan allí, sino también para la comunidad. “Cada día lo amplían, pero siempre queda chico. La demanda es enorme porque el sistema funciona, y eso genera confianza. Es un modelo que muchos podrían imitar, aunque no siempre se puede replicar”, afirma.
¿La clave? Según Vandale, es una combinación precisa de gestión, vocación médica y cultura institucional. “No alcanza con tener buena infraestructura. Tiene que haber una conducción que entienda el trabajo del médico, que no pida imposibles pero sí excelencia. Y nosotros, como médicos, tenemos que estar dispuestos a ese compromiso”, reflexiona.
El plantel del hospital, estable y consolidado, es testimonio de ese éxito. “El 80% de los profesionales lleva años acá. Hay pocas rotaciones. Eso genera confianza, conocimiento mutuo, y un entorno de trabajo muy valioso”, dice.
Por eso, cuando se le pregunta por qué no buscó otro destino profesional, la respuesta es inmediata: “Por mí, me quedo en Mar del Plata. Este es mi lugar.”
El testimonio del Dr. Juan Manuel Vandale pone en evidencia las tensiones, avances y desafíos que atraviesan hoy la medicina en Argentina. Su mirada, desde la experiencia concreta y desde la práctica diaria, ofrece un balance honesto entre lo que se hace bien y lo que aún falta por construir.
La comparación con un sistema consolidado como el español no es un gesto de resignación, sino una invitación a pensar en un futuro posible. Mientras tanto, en lugares como el Hospital Privado de Comunidad, profesionales comprometidos como él demuestran que es posible hacer medicina de calidad, con vocación, conocimiento y trabajo en equipo.