
En la mañana de este miércoles, trabajadores del Instituto Nacional de Rehabilitación Psicofísica del Sur (INAREPS) de Mar del Plata realizaron una concurrida manifestación frente a las puertas del establecimiento, acompañados por pacientes, medicos de residentes del lugar y de otros establecimientos, dirigentes sindicales, entre otros. La protesta fue impulsada por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) en rechazo a las políticas de ajuste implementadas por el gobierno nacional, las cuales, según denunciaron, están provocando un vaciamiento progresivo del sistema de salud pública.
Juan Bustamante, delegado de ATE en el INAREPS, expresó su preocupación por las recientes decisiones del Ejecutivo que afectan directamente al funcionamiento del instituto. “A partir de la última medida del Gobierno, que fue centralizar todas las direcciones administrativas en un solo lugar, perdemos autonomía y vemos peligrar nuestro presupuesto a partir del 2026”, explicó.
Uno de los puntos centrales del reclamo tiene que ver con la situación de los residentes, quienes también se vieron perjudicados por un cambio de reglamentación. “Ahora pasaron a una especie de ‘residencia beca’, en la que pierden derechos laborales fundamentales como aportes jubilatorios y cobertura social. Solo les cubre el seguro”, detalló Bustamante.
La situación interna en el INAREPS refleja el deterioro general del sistema de salud pública. “Hace 13 años que trabajo acá. Empecé como camillero y fui creciendo, pero lo que no cambió es la vocación con la que trabajamos. Damos atención técnica y humana a personas con discapacidad, por sueldos que rondan los 600 o 700 mil pesos, y con eso no se llega a fin de mes. Tenés que tener otro trabajo sí o sí”, agregó el delegado.
Sobre la cuestión salarial, Bustamante fue contundente: “Nos dieron un 1,6% de aumento en tres cuotas. Es una burla. No esperamos más nada. Hoy, con los sueldos actuales, es imposible vivir sin tener otro ingreso”.
Actualmente, el instituto cuenta con 420 trabajadores , entre planta permanente y contratados, y 61 residentes. La institución permanece abierta las 24 horas, con 72 pacientes internados de forma permanente. Sin embargo, el presupuesto, que no se actualiza desde 2022, limita la capacidad operativa. “Seguimos funcionando con el mismo presupuesto de hace tres años, cuando los costos subieron considerablemente. Eso significa que podemos atender a menos pacientes, brindar menos servicios y mantener equipos con dificultad”, remarcó.
Bustamante enfatizó que la lucha continuará: “Vamos a seguir articulando con otros gremios, asociaciones de pacientes y todos los actores involucrados. No se trata solo de nuestro trabajo, sino de un derecho social que están desmantelando. Resistimos para no desaparecer”.
En ese contexto, el dirigente trazó un paralelismo con otros hospitales nacionales, como el Garrahan: “Nosotros atendemos exclusivamente a personas con discapacidad, y somos el único centro gratuito del país que hace este tipo de rehabilitación. Por eso integramos la misma comisión de ANES junto con hospitales descentralizados como el Garrahan. La situación es similar”.
Cabe señalar que el Abrazo Solidario contó con la presencia y el apoyo de Residentes médicos, quienes además protagonizaron un “abrazo simbólico” al instituto en rechazo al cambio de su condición laboral. Tambien asistieron profesionales y personal del Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA), que realizaron una adhesión activa a la protesta
Trabajadores del Hospital Materno Infantil (Hiemi) y del Programa de Residencia Interdisciplinaria (PRIN) del CAPS del barrio Libertad, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), con delegados locales y provinciales acompañando y liderando la jornada
Se pudo observar además a pacientes y familiares, que de la movilización y adhirieron al reclamo
La jornada de protesta cerró con una asamblea en la que se ratificó la continuidad del plan de lucha. Los trabajadores del INAREPS exigen respuestas urgentes y advierten que, de no haber cambios, las consecuencias para la atención de personas con discapacidad serán cada vez más graves.