
A días del cierre de listas calendarizado por la Junta Electoral bonaerense para el 19 de julio, La Libertad Avanza y el PRO aceleran las negociaciones para definir las candidaturas para las elecciones 2025 en la provincia de Buenos Aires con dos frentes clave que aún no logran dirimir: la resolución de las tensiones internas entre libertarios y macristas, y el blindaje al armado contra las llamadas “candidaturas testimoniales”, que ya fueron advertidas como inaceptables por Karina Milei.
En este sentido cabe destacar que el actual Jefe Comunal de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro es impulsado por el PRO para que encabece la lista de Senador por la Quinta Seccion Electoral y de confirmarse que no correrán las “candidaturas testimoniales”, hará que Montenegro abandone su cargo en Mar del Plata, y asuma como intendente el actual primer concejal, Agustín Neme, quizás el único militante del PRO en la actual gestión desde el primer momento.
Desde la formalización de la alianza el pasado 9 de julio, las principales figuras de ambos espacios intensificaron los encuentros diarios en una mesa chica integrada por Karina Milei, Martín Menem, Sebastián Pareja, Cristian Ritondo, Diego Santilli y Guillermo Montenegro. Con esta mesa, el reparto de lugares se negocia sección por sección, con crecientes tensiones a medida que se acerca el límite para la presentación formal.
Es que, en la Primera sección electoral circulan con fuerza los nombres de Diego Santilli y Diego Valenzuela, aunque desde el entorno del diputado nacional niegan que haya recibido una oferta concreta, y sectores internos afirman que su mención forma parte de una estrategia de presión.
En el caso de Valenzuela, las versiones son contradictorias: algunos lo dan por cerrado de cara a las elecciones 2025, mientras que otros señalan que Sebastián Pareja lo rechaza. También figuran Agustín Romo, cuyo domicilio se radica en San Miguel, y Ramón “Nene” Vera de Moreno. Este último en el centro de las diferencias entre los espacios de Karina Milei y Santiago Caputo.
Por su parte, la Tercera sección electoral es una de las más disputadas por su peso político. Allí, el nombre que genera mayor consenso es el de Nahuel Sotelo, actual secretario de Culto y Civilización, cercano tanto a Caputo como a Pareja. También se menciona a Leila Gianni, quien tiene intenciones de competir en La Matanza, aunque algunas versiones la ubican como candidata al Concejo Deliberante.

En el interior de la provincia también hay nombres en danza. En la Cuarta sección figuran Gonzalo Cabezas y Analía Balaudo como postulantes firmes, mientras que en la Segunda sección aún no hay definiciones claras. Si bien se mencionó a Lucas Luna, conocido como “Sagaz”, también se barajan alternativas como Analía Corvino, Iván Pérez Morelli y Ana Clara Petroccini.
En la Quinta sección electoral, el PRO apuesta a que Guillermo Montenegro encabece la boleta como candidato a senador provincial, con respaldo en la gestión municipal del Partido de General Pueyrredón, que encabeza desde diciembre del 2019.
Es preciso mencionar que, en medio de estas negociaciones Karina Milei dejó en claro que no habrá lugar para las “candidaturas testimoniales”, mientras que Sebastián Pareja, su principal operador en la provincia, ratificó esa línea y afirmó que los candidatos electos deberán asumir sus bancas, sin excepción.
En esa dirección, el diputado nacional, Gerardo Milman, presentó un proyecto de ley para prohibir las candidaturas testimoniales en todo el país, con una iniciativa que propone incorporar un artículo al Código Electoral Nacional para impedir que un legislador electo renuncie a su banca antes de asumir o al poco tiempo de hacerlo para ocupar un cargo en el Ejecutivo o en el Poder Judicial. “Esas estrategias erosionan la confianza ciudadana”, sostuvo Milman.

Desde el PRO aseguran que no exigieron lugares en las listas como condición para cerrar la alianza, pero el fuerte control de Karina Milei sobre los nombres podría generar reacomodamientos de último momento. El caso de Manuel Adorni en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, inicialmente señalado como testimonial, resuena dentro del oficialismo como un antecedente que no quieren repetir.
La definición final llegará este viernes 19 de julio cuando se oficialicen las listas para las elecciones legislativas del 7 de septiembre. Hasta entonces, continúan las disputas entre los diferentes sectores del oficialismo: caputistas, bullrichistas, parejistas y referentes del PRO buscan posicionar a sus candidatos, mientras Karina Milei afirma tener la última palabra.
Las tensiones ideológicas en estas elecciones 2025
Más allá del reparto territorial, las listas de las elecciones 2025 se ven atravesadas por una puja de fondo entre identidades políticas distintas. Es que, el PRO busca mantener la presencia en los comicios bonaerenses sin perder autonomía, mientras el espacio libertario intenta imponer una narrativa purista sin contaminaciones de la “casta”.
En ese sentido, Karina Milei, en su rol central dentro del armado, no solo revisa nombres sino también trayectorias, posicionamientos previos y antecedentes, en su idea de evitar que se filtren candidatos con historial político contradictorio con el ideario libertario, aunque eso implique descartar perfiles con volumen electoral.
En algunas regiones, las tensiones entre armadores se trasladan a los territorios. Las diferencias entre Santiago Caputo y Sebastián Pareja, por ejemplo, se evidencian en distritos clave como Moreno y San Miguel, donde los acuerdos están atados a equilibrios frágiles, con dirigentes locales que responden a una u otra línea.
De esta manera, el cierre de listas no solo pondrá a prueba la nueva sociedad entre ambos partidos, sino también la capacidad del oficialismo para mostrar cohesión en su debut como fuerza electoral conjunta. La cuenta regresiva pone en jaque a los dirigentes, y cada nombre en las boletas será parte de una estrategia más amplia que definirá no solo bancas sino también liderazgos.