“La justicia social es un derecho que tenemos como seres humanos”

Para los que nos formamos en la Iglesia Católica y también para muchos de los que no, hablar de ” Justicia Social ” no es una cuestión de interpretación, opinión o voluntad. La justicia social es un derecho que tenemos como seres humanos y así lo ha visto y transmitido el entrañable Papa Francisco en reiteradas oportunidades.

Oír de la boca del Presidente de la Nación, decir que la Justicia Social es una ” Aberración “ o pertenece a las fuerzas del mal” o decir que “no debe haber nada más anti judeocristiano que la idea de la justicia social. Básicamente es robarle a una persona el fruto de su trabajo para dárselo a otra ” es sencillamente demencial o no entender nada sobre el profundo nacimiento donde se posa la fe cristiana.

Milei desconoce la existencia de palabras como “solidaridad”, “comunidad” o “equitativa distribución de lo que le pertenece al estado (es decir a todos a los argentinois)”, lo que no sorprende desde alguien que cree que el ESTADO es el “maligno” y que debe ser destruido en aras de una supuesta ” Libertad ” de la que se abusa desde los discursivo pero que no se practica en lo cotidiano.

En una declaración difundida por internet, y publicada por el diario Clarín, el pastor Norberto Saracco consideró “ lamentable ” la presencia de Milei porque “se prestó el sagrado lugar del púlpito para que el Presidente, en un claro acto partidario, dirigiera sudiatriba plagada de falsos argumentos, distorsiones maliciosas y afirmaciones totalmente contrarias a las enseñanzas del Evangelio”, a penas horas del discurso de Javier Mile i en el Chaco, en lo que entendía como un ” Milagroso ” templo evangélico.

La Justicia Social no es un patrimonio discursivo del Peronismo, no son sus creadores ni Perón, ni Evita, ni Nestor ni Cristina – de última, ellos la tomaron como fundamento de su gestión de gobierno. La Iglesia Católica entiende que l a justicia social “ como “la base y el fundamento de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI), ya que promueve el respeto por la dignidad humana, los derechos de todas las personas y el bien común” .

La DSI, que se remonta a la encíclica Rerum Novarum de León XIII, de 1891 y ” se nutre de la Biblia y del pensamiento cristiano a lo largo de la historia, buscando que los fieles vivan el Evangelio en un mundo marcado por el sufrimiento y la injusticia” .

No existe religión, que tenga como fundamento de su doctrina los contenidos de las sagradas escrituras, que desconozca o niegue la “justicia social” como un elemento fundacional de su fe.

Hablando con distintos hombres y mujeres de fe, todos ellos no entienden como el presidente de la Nación, elegido un púlpito desde donde se le habla a los fieles para politizar esa oportunidad que no muchos pueden tener. No entienden cuál es la compresión que hace de las escrituras, salvo que no sea una comprensión defectuosa, sino una premeditada distorsión de su contenido medidas con un claro fin de justificar políticas que atacan al común del gobernado.

Javier Milei, podría asistir a un templo, Evangélico, Judío o Católico, pero a pedir perdón por el daño que causa, ya no desde los sociales o desde lo económico, sino desde la ofensa a la fe de los argentinos.

Hay lugares desde donde no se puede volver, este es uno de ellos.

Por Ricardo Alonso