
Tenía 39 años y llevaba 20 con la banda de ska. en abril de 2024 pasado había hecho pública su enfermedad y reclamado por los recortes en la provisión de medicamentos por parte de gobierno liberal, criticando la determinación y esperando por esos medicamentos que no llegaron a tiempo.
Falleció Araceli Julio, la voz del grupo musical de ska Satélite Kingston, a los 39 años. la noticia fue confirmada por la banda a través de sus redes sociales, donde expresaron su profundo dolor y rindieron homenaje a la artista que marcó dos décadas de historia musical con su voz única.
Araceli Julio, nacida en La Plata, durante sus 20 años con la banda, dio vida a canciones como “La última carta”, “El hilo” y “En mil años”. además de su trabajo con Satélite Kingston, Araceli exploró proyectos personales bajo el alias La bicicleta de Saturno y participó en el grupo de teatro urbano, percusión y danza, boom chapadama.
A través de un emotivo comunicado, Satélite Kingston despidió a su compañera: “con dolor profundo tenemos que contarles que ayer, miércoles 9/7, por la noche, Araceli Julio nos dejó. se fue rodeada de seres queridos, que la acompañaron en un proceso que no fue fácil. También se fue acompañada a la distancia por los muchos que expresaron su cariño por esta gran artista, gran persona, enorme amiga y tan fuerte mamá de una hija y un hijo”. La banda destacó la dulzura de su voz, su sonrisa y el legado imborrable de sus canciones.
El impacto de Araceli trascendió los escenarios. su última actuación con Satélite Kingston fue en noviembre de 2024 en el Festival Skatex, en México, donde cautivó a 30.000 personas con su interpretación de la última carta.
La repercusión en las redes sociales
Amigos y conocidos a través de las redes sociales postearon, en detalle, la situación por la que estaba atravesando.
Indicaron que “no pedía privilegios. pedía lo que por derecho le correspondía: acceso a un tratamiento vital. pero el gobierno de Javier Milei, a través de la Dadse, le negó los fármacos.
Ella no se rindió. fue a la justicia.
Ganó. el fallo fue claro: el estado debía entregarle los medicamentos.
Pero el gobierno apeló. decidió seguir dilatando. decidió dejarla esperando.
El tiempo que para la burocracia es papeleo, para una persona con cáncer es vida.
Cuando los remedios llegaron, su cuerpo ya no aguantaba más. murió.
tenía 39 años.
Era madre de dos hijos pequeños.
Y murió esperando que un estado inhumano dejara de mirar para otro lado.
Esto no fue una tragedia inevitable.
Fue el resultado directo de una política que desprecia a los sectores más vulnerables.
De un presidente que convierte el ajuste en bandera, sin importar cuántas vidas se cobren sus decisiones.
Esto es un crimen social.
Esto es un crimen de estado.
Y lo más doloroso es que no es un caso aislado. son miles los que hoy esperan medicamentos, tratamientos, operaciones, alimentos o una respuesta. y lo único que reciben es silencio y desprecio.
Hoy, dos chicos quedaron sin su madre.
Y Milei sigue hablando de libertad mientras ajusta el derecho a vivir.
¿Qué nombre le ponemos a esto?
Nosotros no dudamos: crimen de estado.