
El Sindicato de Luz y Fuerza de Mar del Plata encendió una señal de alarma ante la grave crisis energética que atraviesa la región. Mediante un comunicado crítico y contundente, la organización sindical responsabilizó tanto al Estado nacional como a las empresas privatizadas por el colapso del sistema eléctrico y la insuficiencia del suministro de gas, situación que afecta directamente a miles de hogares, comercios e industrias.
En el centro de la denuncia se encuentra la paralización de obras estratégicas que permitirían mejorar la infraestructura energética regional. Entre ellas, se destaca “la detención del Gasoducto de la Costa Atlántica y la falta de finalización de las plantas compresoras vinculadas a Vaca Muerta, obras que duplicarían la capacidad de transporte de gas y aliviarían la presión sobre una red colapsada”.
Además, el sindicato señala que “la Central 9 de Julio, una instalación clave para la generación eléctrica local, opera limitada por falta de recursos y modernización, lo que obliga a depender del sistema interconectado nacional en un contexto de creciente demanda energética”.
Para Luz y Fuerza, “la raíz del problema es estructural: la herencia del modelo privatizador de los años noventa sigue vigente, con empresas que priorizan la rentabilidad antes que el acceso equitativo a servicios esenciales”, para mas adelante advertir que “La falta de inversión privada, especialmente en zonas periféricas, y el abandono de la planificación estatal nos empujan a un escenario de emergencia energética permanente”.
Frente a esta situación, el gremio exige “la reactivación inmediata del Gasoducto de la Costa Atlántica, la finalización de las obras en Vaca Muerta y la repotenciación de la Central 9 de Julio”. Asimismo, reclaman “inversiones reales y sostenidas en las redes eléctricas, bajo control público y con participación social, como única vía para garantizar una infraestructura al servicio del pueblo y no del negocio”.
“El acceso a la energía no es un privilegio, es un derecho humano esencial”, concluye el comunicado, que además vincula esta problemática con la justicia social y el desarrollo productivo. En un contexto de frío extremo y creciente precariedad del sistema, la advertencia del sindicato no solo denuncia el presente, sino que pone en debate el modelo energético que necesita el país.