
El Puerto de Mar del Plata atraviesa una alarmante ola de robos diarios, que afecta tanto a comercios como a transeúntes. Xavier Marcone, presidente de la Asociacion de Fomento del Puerto, en diálogo con “el Retrato”, describió una situación “complicada” donde la falta de medidas de seguridad efectivas y la percibida ineficacia de las denuncias contribuyen a un clima de impunidad.
Marcone detalló que los robos son una constante, con incidentes que ocurren “absolutamente todos los días”. Sin embargo, la mayoría de los comerciantes opta por no realizar denuncias policiales, ya que las consideran una “pérdida de tiempo” sin ningún beneficio práctico. El referente vecinal explicó que las compañías de seguros no exigen la denuncia policial para pagar indemnizaciones, y el proceso burocrático posterior, que implica ratificar la denuncia en la comisaría, desincentiva a las víctimas. Esta falta de denuncias formales, a su vez, impide que los robos queden registrados en las estadísticas oficiales, lo que podría derivar en una subestimación del problema.
La zona más afectada es el Centro Comercial 12 de Octubre, este sector concentra nueve bancos (Patagonia, Francés, Provincia, Credicop, Nación, Macro), lo que genera una alta afluencia de personas, especialmente jubilados que acuden a cobrar sus haberes entre las 10:00 y las 17:00 horas.
Esta concentración de público vulnerable, sumada a la escasa presencia policial, facilita las “salideras” bancarias y los arrebatos de carteras a jubilados. Marcone observó que no hay “patrullaje continuo”, lo que permite a los delincuentes, a menudo dos hombres en moto y con casco, operar con impunidad.
A esta problemática se suma la proliferación de vendedores ambulantes y “cuidacoches” en puntos estratégicos, como las veredas de la calle Edison o frente a los bancos. “Estos individuos, que no pagan impuestos ni cumplen normativas, no solo representan una competencia desleal para el comercio establecido, sino que también son percibidos como observadores de los movimientos en la zona, facilitando la comisión de delitos”. Marcone denunció además que, a pesar de los constantes reclamos y el envío de fotografías a la delegación municipal, no hay control efectivo sobre estas actividades. La “falta de control” por parte de la delegación municipal, que cuenta con inspectores y vehículos a pocas cuadras, es una constante preocupación. El delegado municipal, según Marcone, “no atiende, está”, evidenciando un “desentendimiento” en la relación con la Asociación de Fomento.
Ante la creciente inseguridad, los comerciantes han adoptado medidas precautivas, como el cierre anticipado de sus locales, a las 17:30 o 18:00 horas, reduciendo la actividad comercial nocturna. Marcone propone operativos sorpresa diarios para desalojar a vendedores ambulantes y “cuidacoches”, buscando que “se cansen y no vengan más“. La “Villa de la Vía”, ubicada en Pescadores y Triunvirato, también es mencionada como un foco de preocupación.
La raíz del problema no es solo la falta de presencia policial, sino la ineficacia del sistema judicial que permite que los delincuentes sean liberados rápidamente, generando un ciclo de impunidad. La situación, que se replica en otros barrios de Mar del Plata, que exigen un cambio profundo en las leyes para que los delincuentes sean efectivamente procesados y encarcelados. La Asociación de Fomento, aunque sigue reclamando, se encuentra en un punto de espera ante la inacción de las autoridades, con la esperanza de que futuras elecciones traigan cambios y el puerto deje de ser una especie de zona liberada a la delincuencia.
(IMÁGNES ILUSTRATIVAS)