
El mercado del Gas Natural Comprimido experimenta un momento de reactivación, impulsado por una reciente reducción en el precio del metro cúbico y el continuo aumento de los combustibles líquidos. Esta coyuntura ha despertado un renovado interés en la conversión de vehículos, aunque el sector también enfrenta desafíos estructurales relacionados con los costos de mantenimiento y las opciones de financiación.
Fabio Cariac, de Company GNC, confirmó esta tendencia en diálogo con “el Retrato”, señalando que la “cantidad de preguntas” indica un aumento en el interés de los usuarios. La baja de en el metro cúbico de GNC en la ciudad, sumada al alza de la nafta, ha generado un mayor volumen de trabajo.
En Company GNC, la instalación de un equipo de quinta generación, apto para la mayoría de los autos modernos y con un cilindro de 60 litros (equivalente a 15 litros de nafta), cuesta un millón de pesos. Cariac destacó que, al ser productores de equipos, ofrecen precios competitivos y no han modificado sus valores en casi cuatro meses.
Por su parte, Carina Marchegiani, de GNC Dakar, si bien recibe “alguna consulta que otra para instalar equipo”, notó que estas no siempre se concretan. En su comercio, la instalación de equipos ronda entre un millón y un millón trescientos mil pesos, según la capacidad del cilindro.
Ambos comerciantes coincidieron en que los usuarios de GNC pueden economizar significativamente: Cariac estimó un ahorro real del 55%, mientras Marchegiani lo situó entre el 50% y el 60% respecto al uso de nafta, aunque esto depende del uso vehicular.
Un punto crítico que enfrentan los usuarios, según Marchegiani, es la dificultad para realizar la revisión anual obligatoria (Oblea) y la prueba hidráulica del cilindro cada cinco años, cuyo costo oscila entre $150.000 y $200.000. Marchegiani lamentó que algunas estaciones de servicio carguen combustible con la oblea vencida, lo que desfavorece a los talleres habilitados. En cuanto a la financiación, Cariac indicó que actualmente existen hasta seis cuotas con costo financiero, con intereses bajos (5% y 10% respectivamente para una marca específica).
Ambos remarcaron que la instalación de GNC en autos modernos es una práctica ya habitual y creciente. Cariac mencionó estar instalando equipos en una Kangoo 0 km, y Marchegiani señaló que las consultas se centran en modelos actuales como Duster, Gol Power, Cronos o Fiorino,
Respecto a los mitos sobre el daño al motor, ambos explicaron que los equipos de quinta generación han superado las limitaciones de los sistemas antiguos. Fabio Cariac detalló que la tecnología actual inyecta el gas con precisión de milisegundos, eliminando las “contraexplosiones” que podían dañar componentes en equipos de tres etapas: “No hay manera de que haga una contraexplosión”, aseguró.
Carina Marchegiani, por su parte, enfatizó que los problemas de motor suelen deberse a talleres deshonestos que instalan equipos en vehículos no aptos a la falta de mantenimiento adecuado. El gas, advirtió, “triplica la falla” de una deficiencia eléctrica preexistente en el vehículo si no se le realizan los cambios de cables y bujías necesarios.