Este sábado 21 de junio comenzó el invierno y, como en cada cambio de estación, la ONG Casa de 20 lleva adelante una nueva edición de su ya tradicional Siembra de Libros, una actividad que busca fomentar la lectura, promover la solidaridad y democratizar el acceso a los libros en la comunidad.
La jornada se desarrolló entre las 10 y las 17 hs, tanto en su sede ubicada en 20 de Septiembre 1744 como en distintos espacios públicos de Mar del Plata y Batán.
Se trata de la 32ª edición de este programa que fue declarado de interés por el Honorable Concejo Deliberante de General Pueyrredon, y que forma parte de una iniciativa global que se replica en ciudades de Europa y América. La propuesta trata de dejar libros en lugares accesibles para que cualquiera pueda llevárselos de forma gratuita, leerlos y, si desea, volver a sembrarlos en una futura edición.
Desde “el Retrato” nos comunicamos con Lucía Bonifatti, presidenta de la organización Casa de 20, quien comentó que la Siembra de Libros “es un programa de origen mundial, nosotros hace ocho años lo comenzamos a hacer de manera colectiva desde la ONG Casa de 20 y ya llevamos más de 53.000 libros sembrados”.
Según relató Bonifatti, la idea surgió tras recibir una donación inicial de mil libros por parte de la librería Palito: “Dos voluntarias propusieron comenzar con una siembra en el cambio de estación, y la iniciativa no paró de crecer desde entonces. Actualmente, en cada jornada se distribuyen entre 2.000 y 2.500 ejemplares y se ha reproducido en otras localidades y llevamos libros a otros países también”.
Bonifatti remarcó que no se trata de un simple intercambio de libros: “Es un evento cultural. La gente lo vive como una fiesta, se encuentra con otros lectores y participa con entusiasmo. Nosotros recomendamos llevar hasta 5 libros por persona, en general es una norma que se respeta y es para que la gente que viene a la tarde porque trabaja encuentre también material disponible”.
Además, señaló que la actividad no recibe subvenciones ni aportes económicos y se sostiene de manera totalmente ad honorem, gracias al compromiso de sus voluntarios y a la participación activa de la comunidad. En muchas ocasiones, quienes se llevan libros regresan en la siguiente estación para donar nuevos ejemplares.Si bien la consigna de la Siembra de Libros no exige devolver los ejemplares una vez leídos, Bonifatti comentó que “los libros en su gran mayoría vuelven, la gente cuando viene a la siguiente estación, trae libros que se ha llevado o de su casa, hay una alta circulación de libros. No es un requisito, pero sucede”.
Los requisitos para donar libros son simples: los libros deben estar en buen estado, y no se aceptan enciclopedias, diccionarios, textos escolares ni libros incompletos.
“Los libros no tienen que ser nuevos, pero tienen que estar en buen estado para ser sembrados”, sentenció la presidenta de la organización Casa de 20.