Pese a su historial de adopción y avances tecnológicos, varias economías latinoamericanas muestran una notable caída en la atención hacia Bitcoin, marcando un giro inesperado en la evolución del ecosistema cripto regional.
Mientras El Salvador y Brasil logran mantenerse como referentes del interés por Bitcoin en América Latina, otros países que antes lideraban la adopción de criptomonedas ahora enfrentan una desaceleración marcada.
Argentina, Chile y Colombia completan el top 50 a nivel global en búsquedas sobre Bitcoin, aunque sus cifras actuales reflejan una pérdida de protagonismo y entusiasmo entre sus poblaciones.
Retroceso de Argentina, Chile y Colombia en el mapa cripto
Argentina, un país históricamente receptivo al uso de criptomonedas como refugio ante la inflación y la inestabilidad del peso, ocupa hoy la posición 42 del ranking global según Google Trends.
Con apenas un 17% del interés que registraba el año anterior, su descenso resulta llamativo en un contexto donde se esperaba que el uso de activos digitales continuara creciendo como respuesta a la crisis económica.
El panorama no es mucho más alentador para Chile y Colombia. Ambos países, considerados hasta hace poco mercados emergentes dentro del ecosistema cripto latinoamericano, ocupan ahora los puestos 48 y 49 respectivamente, con niveles de interés que apenas alcanzan el 11%.
Esta caída sugiere que, más allá del desarrollo de infraestructura digital y avances tecnológicos, el entusiasmo por Bitcoin está perdiendo fuerza.
Factores detrás de la pérdida de interés regional
La explicación de este fenómeno es multifactorial. Uno de los principales motivos sigue siendo la alta volatilidad de las criptomonedas.
Las recientes caídas abruptas en el valor de Bitcoin han provocado incertidumbre entre los inversores, especialmente en contextos donde la economía ya es frágil y los ciudadanos buscan seguridad más que riesgo.
Asimismo, la educación financiera continúa siendo un desafío en la región. En muchos países, el conocimiento sobre el funcionamiento de las criptomonedas sigue siendo limitado, lo que frena su adopción masiva.
A esto se suma la falta de marcos regulatorios claros. La ausencia de reglas estables y transparentes en torno a los criptoactivos genera un entorno incierto que desalienta tanto a nuevos usuarios como a inversores institucionales.
Según el informe de adopción de criptomonedas de Chainalysis para 2024, América Latina sigue figurando entre las regiones más innovadoras en este ámbito, pero el crecimiento se ha ralentizado notablemente. Esto contrasta con las expectativas previas, que auguraban una adopción masiva rápida impulsada por la inestabilidad económica y la desconfianza en las monedas fiduciarias tradicionales.