
Ante la paralización de la actividad en el puerto local y el consecuente impacto social y económico, el Obispado de Mar del Plata emitió un comunicado en el que manifestó su solidaridad con los trabajadores y familias afectadas por el conflicto que mantiene inactiva una de las principales fuentes de empleo de la ciudad.
“Nos sentimos llamados a acompañar el dolor, la incertidumbre y la angustia que esta situación provoca, especialmente en quienes se ven privados de su trabajo, sustento fundamental para una vida digna”, expresó el documento. El Obispado citó al papa Francisco al recordar que “quitar el trabajo es quitar la dignidad” (Laudato Si’, 128).
La Iglesia local instó a todos los actores involucrados , autoridades nacionales, provinciales y municipales, así como a sectores empresariales y sindicales, a buscar caminos de diálogo y soluciones concretas. “Sabemos que las causas de esta crisis son complejas, pero creemos firmemente que, como sociedad, debemos fomentar una cultura del encuentro“, señaló.
En ese sentido, el Obispado remarcó que la paz social “no se construye desde el enfrentamiento ni desde el abandono, sino desde la escucha, la justicia y el respeto por la dignidad de cada persona”. Asimismo, ofreció su oración y disposición para acompañar “todo esfuerzo honesto de diálogo”, recordando las palabras de San Juan Pablo II: “El trabajo es para el hombre, y no el hombre para el trabajo” (Laborem Exercens, 6).
Finalmente, el mensaje concluye con una invocación a San José Obrero, patrono del trabajo, pidiendo “sabiduría para quienes deben tomar decisiones, fortaleza para los trabajadores y paz para toda la comunidad. Que este tiempo de prueba sea ocasión para renovar nuestro compromiso con el bien común y con una Mar del Plata más justa, fraterna y solidaria”, concluyó el Obispado.