El triatleta marplatense Diego Sánchez Cabezudo analizó su destacado séptimo puesto en el Ironman de Brasil, una competencia que lo llevó al límite físico y mental. Compartió detalles de la carrera, el rol fundamental de su familia y sus próximos desafíos, que incluyen un Mundial y una ultra trail.
El triatlonista marplatense, regresó de Brasil con el séptimo puesto en el Ironman de Brasil, una de las pruebas de resistencia más exigentes del mundo. A pesar de la planificación y las expectativas, la competencia fue un constante desafío que lo obligó a adaptarse y enfrentarse a sí mismo durante más de diez horas de esfuerzo.
“La distancia Ironman es una carrera distinta a todas”, afirmó Sánchez Cabezudo. “Uno puede tener plan o expectativa, pero la misma carrera te va haciendo cambiar los planes. Son diez horas y pico, pasan muchas cosas internas y externas“. Su objetivo principal siempre es “poder sostener los ritmos habituales de los últimos diez años”, meta que logró cumplir al terminar en la mitad de su proyección, entre las 10:15 y las 10:45 horas.
Según dijo el triatleta “estoy súper contento de seguir siendo competitivo y de seguir pudiendo afrontar con el espíritu necesario, no solo la prueba en sí, sino también todo el proceso necesario para poder correr con dignidad y no sufrir lesiones“. La carrera se desarrolló tal como lo había previsto: una natación con un promedio de 1:45 minutos cada 100 metros, transiciones ágiles y una bicicleta “muy sólida” en 5:15 horas, manteniendo un promedio de 34-35 km/h. La maratón fue “muy pareja hasta el kilómetro 25” con un ritmo de 5 o 5:15 minutos por kilómetro de promedio, mientras que los últimos 15 kilómetros fueron “muy duros, resistiendo para no perder tantos minutos”.
Para Cabezudo, las sensaciones durante casi toda la carrera fueron “muy buenas”y todo fue de acuerdo al plan. Sin embargo, hubieron “momentos malos, oscuros, que te hacen replantear seguir corriendo esta distancia”. Explicó que “esos momentos aparecen siempre y es para esos momentos que te entrenas tanto. Ahí la cabeza juega un rol fundamental. El cuerpo dice que pares, las dudas y la zona de confort te llaman a parar. Entonces ahí aparece el porqué venís cada año a exponerte a tremendo desafío”.
Ranking actualizado de puntos a nivel mundial al día
de hoy del Ironman post Brasil 2025
Para el atleta, en estas distancias viene a buscar esa situación, “ese lugar de vulnerabilidad que te devuelve la humildad total”. En ese punto, “los tiempos o puestos pasan a un segundo plano”, según explicó.
El apoyo familiar resulta determinante en su carrera deportiva. “Mi familia en mi vida es, fue y será todo. Mato y muero por mis hijos y mi mujer“, expresó emocionado. Destacó la importancia de tener a alguno de ellos presente en las competencias; esta vez le tocó a su hijo más chico, de 17 años, cumplir el rol de coach.
Representar a Mar del Plata es un orgullo para él. “Soy marplatense antes que argentino”, aseguró. Llevar la experiencia de la competencia a la ciudad, transmitir sus vivencias y “poder ayudar a que otros se animen es parte central del proyecto“, según detalló.
Con el Ironman de Brasil como experiencia reciente, Sánchez Cabezudo se tomará “todo junio” para descansar, tras una “larga temporada de carreras durísimas”. En julio comenzará la preparación para el Mundial 70.3 (media distancia) en Marbella, un “lindo objetivo para cerrar el año”. Además, reveló la posibilidad de correr una carrera de ultra trail en Ushuaia en diciembre con su hija, lo que podría ser el inicio de “otro objetivo a largo plazo: Ultra Trail Mont Blanc”.