Mar del Plata vive cercada por el miedo ante la inseguridad que azota a la ciudad

La creciente ola de inseguridad en Mar del Plata ha dejado de ser un problema aislado para convertirse en una crisis que afecta tanto a la zona comercial del Puerto como a los barrios periféricos. Delincuentes actúan con impunidad, incluso a escasos metros de las comisarías, evidenciando la falta de control y presencia policial.

En el barrio Félix U. Camet, los vecinos, hartos de los robos, colgaron pasacalles con mensajes como “No llamamos a la policía, arreglamos solos“, reflejando la desesperación ante la inacción de las autoridades. La situación se repite en otros barrios como Alfar, donde los robos violentos se han vuelto casi cotidianos, generando un clima de miedo y desprotección entre los residentes

Los comerciantes del microcentro también sufren las consecuencias de esta inseguridad. Robos en vidrieras, hurtos por parte de bandas de adolescentes y la presencia de personas en situación de calle han convertido la zona en “tierra de nadie”. Según datos del Centro Municipal de Análisis Estratégico del Delito (Cemaed), en el tercer trimestre de 2024 se registraron 210 ilícitos contra comercios, con un 78% de robos y un 22% de hurtos

A pesar de los reclamos de los vecinos y comerciantes, la respuesta de las autoridades ha sido insuficiente. El Foro Municipal de Seguridad denunció la reducción de patrullajes nocturnos debido a la falta de recursos, mencionando que solo hay 60 móviles para cubrir 135 barrios . Esta falta de presencia policial ha llevado a los residentes a organizarse por su cuenta, instalando cámaras de seguridad y creando grupos de WhatsApp para alertar sobre situaciones sospechosas.

La pobreza y la proliferación de “fisuras”, como los denomina el intendente, son factores que contribuyen al aumento de la delincuencia en la ciudad. La falta de oportunidades y la exclusión social generan un caldo de cultivo para la criminalidad, afectando a todos los barrios, desde el centro hasta las periferias.

Con la llegada del invierno, la situación se agrava. El frío no es el único temor que enfrentan los marplatenses; el miedo a ser víctimas de la delincuencia se ha instalado en la vida cotidiana. Mar del Plata, una ciudad que alguna vez fue sinónimo de tranquilidad y seguridad, hoy vive con miedo.

Evidentemente es urgente que las autoridades provinciales y municipales tomen medidas efectivas para garantizar la seguridad de los ciudadanos. La implementación de un plan integral de seguridad, que incluya mayor presencia policial, patrullajes peatonales y colaboración con la comunidad, es esencial para recuperar la confianza y la paz en Mar del Plata.