
Este año, la Residencia de Adultos Mayores “Eva Perón”, más conocida como el Hogar Municipal de Ancianos, cumple 90 años de servicio en General Pueyrredon.
Fundada en 1935 gracias a la donación del dirigente socialista Juan Ambrosio Fava, la institución depende actualmente de la Secretaría de Desarrollo Social del municipio y representa un pilar en la atención y contención de personas mayores en situación de vulnerabilidad.
Ubicado en la calle 12 de Octubre 4648, el hogar alberga hoy a 42 adultos mayores. La mayoría son personas de bajos recursos, y algunos de ellos han sido directamente abandonados por sus familias. Para muchos, esta residencia es la única alternativa frente a un escenario de soledad, dificultades económicas o falta de autonomía. “Serían 42 personas que vivirían en situación de calle. Muchos tienen casa, pero no se pueden mantener ni cocinar solos”, explica Norma Mira, presidenta de la comisión directiva a “el Retrato”.
A pesar del compromiso y la vocación del personal que integra el hogar, los desafíos no son menores: “El año pasado fue muy difícil. La Municipalidad licita todo lo que sea alimentos, pero con la inflación nadie se presentó porque tardan tres meses en pagar. Tuvimos carencias en las comidas”, detalla Mira. En esos casos, la Comisión Asesora, integrada por vecinos y representantes de la comunidad, actúa para cubrir emergencias. “Por suerte, la comunidad portuense responde siempre muy bien. Esta institución es muy querida”, subraya.
El aniversario será celebrado con un desayuno especial en el que participará la Banda del Ejército y autoridades municipales, incluido el intendente. Será un evento íntimo, pensado para los residentes y el equipo que los acompaña día a día. “No está abierto al público porque no podemos, pero me encantaría hacer algo más grande afuera. Seguramente en diciembre haremos una fiesta para toda la comunidad antes de Navidad”, anticipa la presidenta.
A lo largo de nueve décadas, el Hogar “Eva Perón” ha sido mucho más que un espacio físico: ha sido y sigue siendo un refugio para cientos de adultos mayores de la ciudad. “Celebramos la vida porque nuestros abuelos están cuidados. Imaginate si no estuviera el hogar: los más de 40 abuelitos que viven acá estarían en la calle”, concluye Norma Mira.