La Universidad y sus proyectos estratégicos en marcha en medio de la crisis presupuestaria

La UNMDP avanza en la inauguración de infraestructuras clave, como un centro de simulación médica y una unidad de computación avanzada, mientras enfrenta un deterioro salarial que supera los niveles de la crisis de 2002. La institución, a través de su Secretario Académico Daniel Reynoso, expresa la imposibilidad de planificación futura ante la incertidumbre presupuestaria y el desfinanciamiento crítico en investigación y becas estudiantiles, lo que genera un “panorama sombrío” para la educación superior en la ciudad.

La Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP) se encuentra inmersa en una compleja situación financiera y operativa, caracterizada por un significativo retraso salarial y una severa contracción presupuestaria que afecta diversas áreas esenciales. No obstante, “la institución ha logrado concretar importantes avances en infraestructura, producto de gestiones y fondos asignados en administraciones previas”. El Secretario Académico de la UNMDP, Daniel Reynoso, ha proporcionado un diagnóstico detallado de las problemáticas actuales y los logros recientes.

En el ámbito de la infraestructura, la universidad ha culminado etapas de obras significativas. Próximamente se inaugurarán dos proyectos de gran envergadura: el centro de simulación de Medicina, que incluirá un centro de atención primaria para estudiantes (ubicado en Ituzaingó y 20 de Septiembre), y una segunda unidad de computación avanzada en el sistema universitario nacional, la cual permitirá realizar cálculos científicos de alta complejidad (situada en el edificio de Juan B. Justo y Córdoba). Estas inauguraciones representan hitos importantes en el desarrollo académico y científico de la UNMDP.

Sin embargo, estos logros se enmarcan en un contexto de profunda crisis. Los informes más recientes indican que la situación salarial en la universidad ha alcanzado un nivel de deterioro que supera el registrado en el año 2002, en referencia a la crisis económica de 2001. Se estima que la pérdida de poder adquisitivo para docentes, no docentes y autoridades se sitúa en torno al 40%. Esta merma constante se ha evidenciado en incrementos salariales mensuales que sistemáticamente se han ubicado por debajo de la inflación. Esta disparidad ha provocado que la adhesión a las medidas de fuerza se extienda incluso a unidades académicas tradicionalmente menos proclives a los paros, como Derecho o Ciencias Económicas, lo que refleja una percepción generalizada de un “achique permanente”.

La UNMDP avanza en la inauguración de infraestructuras clave, como un centro de simulación médica y una unidad de computación avanzada, mientras enfrenta un deterioro salarial que supera los niveles de la crisis de 2002. La institución, a través de su Secretario Académico Daniel Reynoso, expresa la imposibilidad de planificación futura ante la incertidumbre presupuestaria y el desfinanciamiento crítico en investigación y becas estudiantiles, lo que genera un “panorama sombrío” para la educación superior en la ciudad.

La Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP) se encuentra inmersa en una compleja situación financiera y operativa, caracterizada por un significativo retraso salarial y una severa contracción presupuestaria que afecta diversas áreas esenciales. No obstante, la institución ha logrado concretar importantes avances en infraestructura, producto de gestiones y fondos asignados en administraciones previas. El Secretario Académico de la UNMDP, Daniel Reynoso, ha proporcionado un diagnóstico detallado de las problemáticas actuales y los logros recientes.

En el ámbito de la infraestructura, la universidad ha culminado etapas de obras significativas. Próximamente se inaugurarán dos proyectos de gran envergadura: el centro de simulación de Medicina, que incluirá un centro de atención primaria para estudiantes (ubicado en Ituzaingó y 20 de Septiembre), y una segunda unidad de computación avanzada en el sistema universitario nacional, la cual permitirá realizar cálculos científicos de alta complejidad (situada en el edificio de Juan B. Justo y Córdoba). Estas inauguraciones representan hitos importantes en el desarrollo académico y científico de la UNMDP.

Sin embargo, estos logros se enmarcan en un contexto de profunda crisis. Los informes más recientes indican que la situación salarial en la universidad ha alcanzado un nivel de deterioro que supera el registrado en el año 2002, en referencia a la crisis económica de 2001. Se estima que la pérdida de poder adquisitivo para docentes, no docentes y autoridades se sitúa en torno al 40%. Esta merma constante se ha evidenciado en incrementos salariales mensuales que sistemáticamente se han ubicado por debajo de la inflación. Esta disparidad ha provocado que la adhesión a las medidas de fuerza se extienda incluso a unidades académicas tradicionalmente menos proclives a los paros, como Derecho o Ciencias Económicas, lo que refleja una percepción generalizada de un “achique permanente”.

El ámbito de la ciencia y la técnica ha sufrido un impacto particularmente severo. El financiamiento para la investigación, que anteriormente se canalizaba a través de subsidios, ha sido directamente eliminado, una situación que se considera más grave que una mera disminución de recursos. Esta supresión afecta la continuidad de proyectos y el desarrollo de nuevas iniciativas científicas.

En lo concerniente al bienestar estudiantil, las becas de apoyo económico han experimentado una reducción aún más pronunciada que la de los salarios. Adicionalmente, se observa una demora en diversas actividades administrativas y un desinterés generalizado hacia los distintos niveles del sistema educativo, fenómeno que, según Reynoso, no se limita a la universidad sino que se replica en otras jurisdicciones.

A pesar de las recientes inauguraciones, la capacidad de planificación futura de la universidad se ha visto seriamente comprometida. Reynoso afirmó que es “imposible decir que podemos planificar” o anticipar la ubicación de la universidad a fines del presente cuatrimestre o en años venideros. Un proyecto pendiente es la finalización de las salas silenciosas en la Biblioteca Central, cuya concreción dependía de la colaboración del gobierno provincial, la cual no se ha materializado hasta la fecha. Las perspectivas para encarar nuevos proyectos hacia finales de año y para 2026 se presentan “un poco complejas”, con la “certeza” de planificación abandonada a fines de 2023.

A pesar de este “panorama sombrío”, el Secretario Académico destacó que docentes, no docentes y estudiantes mantienen una perspectiva de continuidad en el trabajo y en la realización de actividades, aunque la realidad institucional se torna cada vez más desafiante.

 

Los informes más recientes indican que la situación salarial en la universidad ha alcanzado un nivel de deterioro que supera el registrado en el año 2002, en referencia a la crisis económica de 2001. Se estima que la pérdida de poder adquisitivo para docentes, no docentes y autoridades se sitúa en torno al 40%. Esta merma constante se ha evidenciado en incrementos salariales mensuales que sistemáticamente se han ubicado por debajo de la inflación. Esta disparidad ha provocado que la adhesión a las medidas de fuerza se extienda incluso a unidades académicas tradicionalmente menos proclives a los paros, como Derecho o Ciencias Económicas, lo que refleja una percepción generalizada de un “achique permanente”.

El ámbito de la ciencia y la técnica ha sufrido un impacto particularmente severo. El financiamiento para la investigación, que anteriormente se canalizaba a través de subsidios, ha sido directamente eliminado, una situación que se considera más grave que una mera disminución de recursos. Esta supresión afecta la continuidad de proyectos y el desarrollo de nuevas iniciativas científicas.

En lo concerniente al bienestar estudiantil, las becas de apoyo económico han experimentado una reducción aún más pronunciada que la de los salarios. Adicionalmente, se observa una demora en diversas actividades administrativas y un desinterés generalizado hacia los distintos niveles del sistema educativo, fenómeno que, según Reynoso, no se limita a la universidad sino que se replica en otras jurisdicciones.

A pesar de las recientes inauguraciones, la capacidad de planificación futura de la universidad se ha visto seriamente comprometida. Reynoso afirmó que es “imposible decir que podemos planificar” o anticipar la ubicación de la universidad a fines del presente cuatrimestre o en años venideros. Un proyecto pendiente es la finalización de las salas silenciosas en la Biblioteca Central, cuya concreción dependía de la colaboración del gobierno provincial, la cual no se ha materializado hasta la fecha. Las perspectivas para encarar nuevos proyectos hacia finales de año y para 2026 se presentan “un poco complejas”, con la “certeza” de planificación abandonada a fines de 2023.

A pesar de este “panorama sombrío”, el Secretario Académico destacó que docentes, no docentes y estudiantes mantienen una perspectiva de continuidad en el trabajo y en la realización de actividades, aunque la realidad institucional se torna cada vez más desafiante.