
Ante el drástico aumento de los hechos delictivos en el último año, residentes del barrio San Carlos, en Mar del Plata, visibilizan la problemática a través de la organización vecinal, acciones de protesta como el “alarmazo” y la búsqueda de diálogo con las autoridades, expresando su hartazgo y preocupación por la falta de respuesta.
La creciente inseguridad en el barrio San Carlos ha llevado a sus habitantes a un estado de alerta y organización constante. Jesica Alonso, residente desde hace una década, describe con preocupación el deterioro de la situación: “En los últimos 10 años venía bárbaro, era muy seguro, pero el último año se complicó muchísimo”. La modalidad de los robos se ha vuelto más violenta, con individuos armados en motos que actúan a cualquier hora, afectando tanto a quienes llegan a sus casas como a quienes se encuentran en su interior. Alonso, quien fue víctima en su local de otro barrio con un violento asalto (donde su hermana fue golpeada) el 31 de diciembre, señala que este hecho la movilizó para empezar con la campaña de concientización, “los hechos sucedían, no es una sensación”.
Para enfrentar el problema, los vecinos crearon grupos de WhatsApp como “SOS barrio San Carlos, vecinos”, que funciona como sistema de alerta temprana sobre robos o situaciones sospechosas. Además, han documentado los incidentes en redes sociales desde principios de año y recientemente 300 residentes firmaron una carta dirigida al Intendente Guillermo Montenegro. Además, según nos ha comentado Jesica, el grupo también ha organizado reuniones con el Secretario de Seguridad, Rodrigo Goncalves, el cual les dijo que por órdenes de provincia, las comisarías de barrio no tienen la orden (ni los recursos) para patrullajes: “no tienen orden de hacer seguridad preventiva, están esperando los llamados del 911″ comentó Jesica.
Una de las expresiones más recientes del reclamo es el “alarmazo” diario. Todos los días, a las 20:00, los vecinos encienden las alarmas de sus autos durante cinco minutos. Esta acción, según explica Jesica, busca “llamar la atención tanto de la Comisaría Novena que no nos brinda respuesta como de la municipalidad, para que nos ayude con las gestiones con provincia de Buenos Aires”.
Pese a todo, los vecinos del barrio San Carlos, tienen que chequear el entorno antes de ingresar a sus casas e incluso dar vuelta a la manzana hasta sentirse seguros. Jesica resume el sentimiento general: “Más no podemos hacer, no se puede vivir con miedo, no es una forma de vida. No deberíamos estar en esta situación”.
Si la falta de respuesta persiste, los vecinos de San Carlos evalúan intensificar las protestas. Si bien tienen prevista una nueva reunión con el Secretario de Seguridad, un número considerable de vecinos buscan realizar una marcha organizada y pacífica, sin identificaciones políticas. El objetivo central es que “cada uno desde su lugar haga su trabajo para gestionar la seguridad del barrio y de la ciudad”, entendiendo que su situación se está volviendo cada vez más grave.