El senado italiano dio media sanción al proyecto que limita la ciudadanía: cómo afecta a los argentinos

La reforma que pone trabas al acceso a la nacionalidad italiana y que afectaría a miles de argentinos quedó más cerca de concretarse. El Senado aprobó este jueves el decreto elevado por el gobierno de la premier Giorgia Meloni que modifica el proceso de reconocimiento para acceder a la ciudadanía italiana.

El texto pasará ahora a la Cámara de Diputados. Se espera que la votación final se celebre la próxima semana. El gobierno descuenta su aprobación ya que domina la cámara.

El ejecutivo de Meloni se mostró exultante tras la votación. “Es (un paso) muy importante”, dijo el canciller Antonio Tajani. Según afirmó, el decreto “pretende devolver la dignidad y el sentido a un derecho que debe basarse en un vínculo auténtico con Italia, no solo burocrático, sino también cultural, cívico e identitario”.

La reforma fue aprobada por 81 votos a favor y 37 en contra.

Qué establece la reforma que limita la ciudadanía italiana

El decreto establece que, a partir de la aprobación de la reforma, los italianos nacidos en el exterior no transmitirán automáticamente a sus hijos la ciudadanía italiana.

El texto establece un límite generacional para la transmisión de la ciudadanía por derecho de sangre. Así, la ciudadanía solo puede ser reconocida a quien tenga un antepasado de primer grado (padre o madre) o de segundo grado (abuelo o abuela) nacido en Italia.

El pasaporte italiano se ubica en el cuarto lugar. (Imagen ilustrativa Pixabay)
La reforma termina con los reconocimientos automáticos de la ciudadanía. Hasta ahora, por ejemplo, los argentinos con pasaporte italianos podían transmitir la ciudadanía a sus hijos. Ahora, solo será posible tramitarla si los interesados tienen un padre o un abuelo nacido en Italia.

“La ciudadanía debe ser un reconocimiento serio y consciente, que se confirma mediante el compromiso. Esta reforma no excluye, sino que responsabiliza. Propone criterios más selectivos y transparentes, capaces de fortalecer la integridad de nuestro sistema y prevenir abusos”, dijo Tajani.

Hasta antes de esta reforma, la ley vigente desde 1992 sostenía el principios de ius sanguinis y no establecía límite de generaciones para solicitar la ciudadanía italiana por descendencia.

Desde el gobierno italiano advirtieron que muchos descendientes de italianos, en especial en la Argentina y Brasil, tramitaban la nacionalidad solo para obtener las ventajas de un pasaporte europeo.

“La nacionalidad no puede ser un instrumento para poder viajar a Miami con un pasaporte europeo”, acusó Tajani en marzo.

Se estima que casi un millón de italianos residen en la Argentina, en su enorme mayoría descendientes de la masiva emigración italiana de principios de siglo XX.