
En el Día del Taxista, trabajadores del sector describieron una fuerte caída en la demanda, denuncian competencia desleal de las aplicaciones y piden un mayor respaldo del municipio y de los sindicatos.
Los conductores locales coinciden en que atraviesan un año marcado por la pérdida de viajes, el aumento de la informalidad y una creciente sensación de desprotección ante el avance de plataformas como Uber, cuya actividad está prohibida por ordenanza en la ciudad.
“La situación económica de la gente no es buena, y después, si tenés un transporte que no cumple ninguna regla, como Uber, se convierte en competencia desleal”, afirmó Marcelo Fonte (licencia 0967), quien remarcó que los taxis están sujetos a estrictos controles que las plataformas digitales no cumplen. “Con los remises no tenemos problemas, porque tienen las mismas condiciones que nosotros. Pero un Uber no pasa inspecciones, no paga nada”.
Según los trabajadores, los controles municipales son escasos y la ordenanza que prohíbe el funcionamiento de aplicaciones de transporte no se hace cumplir. “Hay coches de todo tipo, incluso de dos puertas, y nadie controla. Nos controlan más a nosotros que a ellos”, declaró Jorge González (licencia 1986).
Uno de los puntos más repetidos fue la caída sostenida en la cantidad de viajes. Leandro Inesta (licencia 1933) estimó una baja de hasta el 60% respecto a años anteriores. “Cuando empecé, hace 20 años, hacíamos 30 viajes por día. Hoy, si llegamos a 11 es mucho”, explicó. Los choferes resaltaron que la competencia no sería un problema si las reglas fueran iguales para todos. Gustavo Rodríguez (licencia 308) remarcó: “No le tenemos miedo a competir, lo que pedimos es que se empareje la cancha. Hoy Uber no tributa, no cumple con inspecciones, no tiene seguro de pasajeros. Eso perjudica no solo a los taxistas, sino también al transporte público en general”.
Además de señalar la falta de controles por parte del municipio, algunos choferes criticaron la pasividad de los sindicatos. “No vemos que hagan nada. Las aplicaciones siguen funcionando libremente, y los sindicatos no están haciendo la presión que deberían” aseguró Fonte. Otros, como González, reconocieron que hubo intentos desde el Sindicato de Peones de Taxi de trabajar en conjunto con las agencias de radio taxi, pero lamentaron la falta de resultados concretos. “Esperamos que las aplicaciones se regularicen o se combatan, pero en igualdad de condiciones”.