Argentina descendió 47 lugares en el ranking global de libertad de prensa en año y medio

Pese a que el presidente Javier Milei se declara un defensor de la libertad, sus repetidos y agresivos cuestionamientos a los medios de comunicación han provocado un retroceso notable en los indicadores de libertad de expresión en el país. Hace apenas unos días, el mandatario expresó abiertamente su desdén hacia el periodismo, afirmando que “la gente no odia lo suficiente a los periodistas”.

Esta hostilidad hacia la prensa ha tenido consecuencias concretas: según el informe 2024 de Reporteros Sin Fronteras (RSF), Argentina cayó 47 puestos en el Ranking Mundial de Libertad de Prensa, ubicándose en el lugar 87 entre 180 países. El informe señala como causas principales los ataques verbales del presidente contra periodistas, la desarticulación de los medios públicos y el uso selectivo de la publicidad oficial con fines partidarios.

“En Argentina, el presidente Javier Milei ha estigmatizado a periodistas, desmantelado los medios públicos y empleado la pauta estatal como herramienta política“, destaca RSF. Por ello, el país fue clasificado dentro del grupo de naciones con “problemas significativos” en materia de libertad de prensa, junto a Malasia, Grecia y Nepal.

El informe también advierte que la concentración mediática, la polarización política, la falta de políticas que fomenten la diversidad informativa y la precarización laboral de los periodistas son otros factores que debilitan el ejercicio del periodismo en Argentina.

En comparación, Noruega, Estonia, Países Bajos, Suecia y Finlandia se mantienen entre los cinco países con mayor libertad de prensa. En el extremo opuesto, Eritrea, Corea del Norte, China, Siria e Irán ocupan los últimos lugares.

Reporteros Sin Fronteras

Esta organización de periodistas, también alertó que en América Latina el periodismo enfrenta desafíos estructurales como la concentración de medios, la debilidad de los sistemas públicos de información y la precariedad laboral. Estas condiciones llevan a algunos medios a alinearse con intereses políticos o empresariales, mientras otros, con menos recursos, se limitan a reproducir comunicados oficiales, lo que fomenta la autocensura como mecanismo de supervivencia.

En la región

En la región, países como Perú (130º), El Salvador (135º) y México (124º), donde el periodismo es una actividad de alto riesgo, también registraron retrocesos. En contraste, Brasil, tras la salida de Jair Bolsonaro, escaló 47 posiciones y se ubica en el puesto 63. Nicaragua (172º) sigue siendo el país latinoamericano con peor desempeño en este aspecto, incluso por debajo de Venezuela (160º).