A pesar de ser su día, muchos fueron los marplatenses que tuvieron que trabajar

En el día del trabajador, no todo el mundo tuvo la suerte de descansar. Ya sea por necesidad o por obligación, varios comerciantes abrieron sus puertas y comentaron sus motivos para trabajar en esta fecha tan especial para la clase obrera.

Como era de esperarse, los comercios gastronómicos trabajaron con normalidad. Luca, mozo de una cafetería ubicada en la costa, aseguró que en su caso fue “por obligación, trabajo normal, las mismas horas y no me pagan extra”.

Algunos quioscos de la ciudad también estuvieron abiertos durante la jornada de hoy. Fernando, quiosquero que trabaja en un local ubicado en Independencia y Garay, dijo que en su caso trabajo “por necesidad”, pero no como un día normal: “Hoy tengo horario reducido, abrí más tarde, cierro al mediodía y tipo 18 hs vuelvo a abrir”, aseguró.

Al ser preguntado por el movimiento en el día del trabajador, dijo que “está más tranquilo que un día normal, no anda mucha gente, ya estuvieron comprando el día de ayer, hoy como que la gente va a comprar alguna cosita que le falta, pero no mucho más que eso. Está tan calmado como un domingo”.

Los taxistas salieron a la calle como un día común y corriente. “Trabajo por necesidad, como un día normal, seguro trabajo más de 10 horas hoy”, dijo Juan Carlos mientras esperaba por algún pasajero en su vehículo por la zona de Luro e Independencia.

Mucha gente aprovechó este fin de semana largo para viajar, ya sea para ver a su familia o para descansar unos días, por lo que se vio mucho movimiento en la Terminal de la ciudad. Agustina, quien se encuentra trabajando en una boletería, comentó que “hubo bastante gente hoy, cambiando pasajes y queriendo comprar. Los micros están saliendo llenos y para el sábado y domingo las vueltas están complicadas también. Ya está todo bastante completo. Nosotros vendemos mucho a los pueblos como Balcarce o Tandil está todo completo”.

En este sentido, explicó que este flujo de personas se debe principalmente a que “los estudiantes aprovechan estos días sin cursada para ir a ver a la familia al pueblo y volver”. En el caso de los micros de larga distancia, la situación es completamente distinta: “Pasajes para ir más lejos como a Córdoba o a Bariloche no estamos vendiendo nada”, afirmó Agustina.

En cuanto a su situación, dijo que hoy está “trabajando por necesidad y porque soy franquera. Yo estudio y trabajo para poder pagar los materiales de la carrera, que aumentan todo el tiempo y el precio del boleto también es caro y mi sueldo es el mismo. Y no tengo expectativas de que vaya a mejorar”.

Otro comercio que abrió fue la heladería Kiwi, atendida por Omar, su dueño, quien declaró que hoy trabaja “por costumbre”. “Siempre hay clientes que vienen al mediodía a buscar un helado, así que abrí para ver si vendíamos algo”, agregó.

Al igual que otros comercios de la zona, redujo su jornada laboral: “Hago horario cortado hoy, a la tarde me voy con mi familia y a la noche abro otra vez”.

“Como mañana es feriado abrí, sino ni abría. Como lo hicieron puente capaz que hay un poco más de movimiento, capaz un día de semana no se trabaja lo mismo que un fin de semana. No te podes perder un fin de semana” dijo Omar.

En relación a la cantidad de clientes que se acercaron, reconoció que “estuvo tranquilo, vinieron los clientes de siempre. Charlamos un rato con la gente, más distendido, por lo menos pasamos un ratito bien”.

La posibilidad de cerrar un día feriado ya no está en sus planes: “Antes cerraba en invierno y ahora no puedo por todo lo que tengo que pagar”. En este sentido, declaró que la situación económica hoy en día “está rara”.

“Tienen que bajar un poco los impuestos. Los vienen acumulando desde hace rato, hay algunos que iban a ser momentáneos y nunca los sacaron. Antes no tenías que pagar tanto, ahora se te suman cada vez más impuestos, el wifi, el posnet y se van sumando y cuando te querés dar cuenta, cuando no hay mucho trabajo, te das cuenta todo lo que tenes que pagar”, argumentó el heladero sobre la apertura de su negocio a pesar del feriado.

Pese a la poca gente que se ve circulando por las calles de la ciudad, varios comerciantes aprovecharon para abrir, algunos normalmente y otros con horario cortado, para ver si podían vender un poco de mercadería en el día del trabajador.