“Nos están matando en vida”: el testimonio de un cartonero de 73 años en Mar del Plata

Ángel Alberto Carraro tiene 73 años y toda una vida encima de un carro tirado por un caballo. Recorre las calles de Mar del Plata desde hace décadas, recolectando cartón, papel, vidrio y todo lo que le permita sobrevivir en un país que, según él, “está todo podrido”. Su testimonio, crudo y directo, es el de alguien que se siente olvidado por un sistema que lo margina cada vez más.

“Siempre laburé en esto. Siempre anduve acá, en Mar del Plata. He tratado de limpiar la ciudad”, dice con la dignidad de quien jamás dejó de trabajar. Hoy, Ángel es delegado de los recolectores que utilizan caballos como herramienta de trabajo. “El que anda en cosas raras, lo saco. Hay que cuidar lo poco que tenemos”, explica.

Estima que hay entre 200 y 300 carritos en la ciudad, aunque aclara que no todos usan caballos: “Algunos van en moto, en camioneta, a pie… como pueden”.

La situación económica es desesperante. “Hoy, si vendés un carrito lleno de cartón, sacás 400 pesos con suerte. ¿Qué hace el que tiene 11, 12 pibes? ¿Qué les da de comer?”, se pregunta, indignado. “A eso le sumamos la presión policial y el intento de quitarles los caballos. A mí me lo quisieron sacar dos veces. Pero el caballo es mi herramienta de trabajo. Yo lo cuido, y no se lo doy a nadie”.

Ángel también denuncia el destrato por parte de las fuerzas de seguridad: “La policía no nos cuida. Nos trata como delincuentes, y somos familias. Yo estoy discapacitado, no puedo caminar. Mis hijos salen a las 6 o 7 de la mañana a trabajar. Y nos persiguen”.

Su jubilación mínima no le alcanza ni para los medicamentos. “Si compro remedios, no como. Así está el país. Está todo mal. Todo para arriba. Dicen que van a hacer cosas, pero no hacen nada. De a poco, nos están matando en vida”.