En una ciudad que mantiene un alto índice de desocupación , el trabajo volvió a estar en el centro del reclamo social. El intendente Guillermo Montenegro, junto a representantes de la UCIP, el Parque Industrial, la Sociedad Rural, la CGT y Cáritas, participaron de la tradicional Misa de los Trabajadores, presidida por el Obispo Diocesano monseñor Ernesto Giobando en la Catedral de Mar del Plata.
Bajo el lema “En el trabajo todos somos misioneros de esperanza”, el oficio buscó ser un espacio de unidad entre sectores productivos, sindicatos y organizaciones sociales. En un contexto económico adverso, se elevó una oración colectiva “por todos aquellos que transforman con su esfuerzo los bienes creados para que el pan llegue a cada mesa”.
Numerosos fieles acompañaron la celebración con plegarias por una ciudad más justa y con oportunidades laborales reales. El mensaje fue claro: el acceso al trabajo digno sigue siendo una necesidad urgente en Mar del Plata, donde miles de familias enfrentan a diario la incertidumbre del desempleo. El llamado fue a la solidaridad, al compromiso y a la acción concreta por una ciudad con más inclusión y desarrollo.