
Lo que en su momento pareció un principio de solución para el drama que son en la actualidad los motochorros a lo largo y ancho de la Provincia, poco a poco se está convirtiendo en un boomerang para el Gobierno de Kicillof. La iniciativa de prohibir la circulación de dos personas en una misma moto pareciera ha caído en desgracia en varios Municipios (quien son los que debería adherise a la medida), pues entiende que esto “termina jodiéndole la vida a la gente de bien” en vez de darle una solución.
De una “buena idea” a un “verdadero disparate”
Lo que se proyectaba como una “buena idea” parece va terminar siendo un “verdadero disparate”. Muchos son los que se preguntan si ¿de verdad creen que los delincuentes van a decir: “ah, no, ahora está prohibido, mejor salgo solo”? …No hay que olvidar que los que respetan la ley no son los que cometen delitos. Y los que van a pagar esta medida son, como siempre, los que menos tienen. Hay miles de personas que usan la moto todos los días para llevar a sus hijos al colegio, para ir a trabajar o simplemente porque es lo único que pueden pagar. Penalizarlos por algo que no hicieron es no entender nada del problema.
Resulta peor el remedio que la enfermedad
Resulta insólito cuando se analiza un poco mas a fondo la situación y se observa claramente que si el Estado puede controlar que no anden de a dos en moto, también podría controlar el delito sin necesidad de medidas que joden al 95% de la gente que no tiene nada que ver. El problema hoy está bien claro y no es la moto: es la impunidad. Lo que habría que hacer es que cuando agarran a un motochorro, no lo larguen a las pocas horas, como sucede cotidianamente.
¿Un anuncio electoralista, ineficaz y discriminatorio?
Varios son los que interpretan que el proyecto anunciado Javier Alonso, Ministro de Seguridad de Axel Kicillof es lisa y llanamente electoralista, ineficaz y discriminatorio. Hoy da la sensación que para solucionar este drama, que no es exclusivo de la Provincia y sacude a gran parte del país, es más fácil hacer campaña con mano dura que trabajar en serio para mejorar la seguridad. Pero mientras tanto, los laburantes pagan el precio. ¿Que dirá el “Gordo” que lleva adelante una dura campaña contra los “fisuras” en las calles marplatenses?
El escurridizo Rodrigo Goncalvez ¿de qué se esconde?
Uno de los funcionarios de Montenegro que debería dar la cara ante este tema de los motochorros y la inseguridad que denuncian vecinos de los barrios y del propio centro, brilla por su ausencia. Es más, pareciera esconderse (al menos ante “el Retrato” que lo llamó le envio mensajes) ante la requisitoria periodística, argumentando diversas opciones como que “estoy en una reunión”, “entrando a un encuentro”, con la “promesa” que mas tarde los atiendo…. Ese “tarde”, a pesar de la insistencia, nunca se dio. La pregunta es ¿a qué le tendrá miedo Rodrigo Goncalvez?.
Se fue de vacaciones luego de “desensillar hasta que aclare”
La “pelea” con los pasteleros le habría provocado no solo una “fuerte reprimenda” de su octogenario líder, sino que hizo que se le elevara la presión, razón por la cual el N°1 de los gastronómicos lugareños no tuvo otra que “desensillar hasta que aclare” , y esperar ver a cómo se desarrollan los acontecimientos. Esa habría sido la razón para que luego de analizarlo con su círculo más intimo, decidiera tomarse unas vacaciones, para las cuales sacó dos pasajes de avión y partió, rumbo no precisado pero de calor, relax y paseos y divertimentos.
Un salvaje ajuste que “tira” gente a la calle
El ajuste salvaje que están viviendo en el gremio bancario, ya se siente en Mar del Plata de la mano de las medidas del Gobierno Nacional y potenciado por la digitalización. Si bien no debería ser tan salvaje, en la práctica, lo está siendo. Y en ciudades como Mar del Plata, donde el empleo formal escasea, cada puesto perdido no solo es una tragedia individual, sino un golpe a la estructura económica local. Un drama que crece y se extiende como un virus.
Los retiros “voluntarios” no paran de crecer…
La incertidumbre se ha vuelto una constante para los trabajadores bancarios marplatense – donde más de 2.500 personas dependen de esta actividad– la tensión se palpa con mayor intensidad. El año ya suma cerca de 100 retiros voluntarios en la ciudad, lo que refleja un proceso de reestructuración silencioso pero profundo que pone en alerta al sector.
El paradigmático caso del HSBC
El caso del HSBC es paradigmático. Tras la absorción por parte del Banco Galicia, el panorama para sus empleados cambió drásticamente. De una dotación original de 37 trabajadores en Mar del Plata, solo quedarían 8. El resto aceptó retiros voluntarios, incentivados con indemnizaciones superiores al doble de lo que marca la ley. Un cierre casi total, disfrazado de acuerdo, que muestra el avance de una política de recorte encubierta, bajo el nombre de Galicia Mas.
El “virus” también ha llegado al Banco Nación
La situación no es exclusiva del HSBC, sino que el “virus” también ha llegado al Banco Nación, con una planta de 212 trabajadores en la ciudad, ya registra 28 retiros, también bajo acuerdos individuales. Aunque los despidos sin causa están contemplados por la Ley de Contrato de Trabajo, en la práctica son sinónimo de conflicto abierto con el gremio La Bancaria, que históricamente no permite desvinculaciones unilaterales sin resistencia.
¿Pan para hoy o hambre para mañana?
El clima es de “alto voltaje”. Todos los bancos mantienen abiertas negociaciones por desvinculaciones remuneradas. Es una modalidad que evita el conflicto directo, pero que instala una sensación de inestabilidad permanente. Bajo esta lógica, los trabajadores se ven enfrentados a una disyuntiva angustiante: aceptar el retiro ahora -con mejores condiciones- o esperar un futuro incierto donde el margen de maniobra puede ser menor. Algo así como “¿Pan para hoy o hambre para mañana?”