
La Semana Santa en Mar del Plata no solo convoca a turistas, sino que también marca el pulso de la actividad comercial local. Panaderías, verdulerías y carnicerías registran un repunte en las ventas durante el fin de semana largo, aunque el balance dista de ser homogéneo. En diálogo con “el Retrato…”, tres comerciantes de distintos rubros relatan cómo viven estos días, comparan el movimiento con el del verano y comparten su mirada sobre la limpieza, la inseguridad y las expectativas para lo que viene. Entre el optimismo moderado y la preocupación cotidiana, sus voces reflejan una postal realista de la ciudad en el cierre de la temporada alta.
“Vino bastante gente en esta Semana Santa”, expresó Micaela empleada de La Gringa, panadería y confitería ubicada en Córdoba 161, y agregó: “Se nota el movimiento, y la llegada de turistas”. En este marco, respecto a la temporada estival, señaló: “Del 1 al 10, le pondría un 8. No fue tan mala, pero tampoco un boom”. No obstante, lamentó: “La limpieza de la zona es regular y respecto a la inseguridad nos cuidamos entre los vecinos. Esa es la verdad”.
“En esta Semana Santa se ve el movimiento turístico y se hace notar en las ventas del comercio”, aseguró Vanesa, de Parada 3, frutería y verdulería ubicada en Santa Fe y Belgrano, y añadió: “Venimos bastante bien. Es un fin de semana largo mejor que el del 24 de marzo”.
En cuanto a la temporada de verano, indicó: “Fue complicada, pero de a poco se va saliendo. Somos una frutería y verdulería boutique, y el público que compra generalmente es de la zona. Gente mayor y estudiantes universitarios, además de los turistas en los fines de semana largos”. Así, sobre el futuro, expresó: “Esperamos que todo vaya mejor todavía. Estamos a la espera, con muchas ansias”.
“Semana Santa viene bien, aunque no fue tan movido. Otros años ha sido mejor”, manifestó Nahuel Pais, encargado de la carnicería El Cencerro, ubicada en Belgrano y Corrientes. En este sentido, precisó: “Vino gente, se ven turistas, pero se siente el cierre de la temporada. Fue un verano ni muy bueno ni malo. Ahí nomás”. Sobre la tradición del Viernes Santo de no comer carne, reveló: “Cada año que pasa la gente le va dando menos interés a eso. Se impone el gusto argentino por la carne. De hecho, son variados los cortes que más salen, tanto para la parrilla como para esta época de frío carne para comida caliente, como guisos, lentejas y demás”.
En cuanto a la inseguridad, disparó: “No hay seguridad. Nada. Cero. Está lleno de gente drogándose, o comprando para hacerlo. Adelante de todo el mundo, no les importa nada. Policías, no se ve ni uno. Son dueños de calle, de la vereda, hacen lo quieren. Y si alguien les dice algo, reaccionan de forma violenta. Es algo que sucede durante el año, pero por temporada se ve más porque llega gente de otros lados”.