
En el corazón de la costa marplatense, el skatepark de Playa Bristol se convirtió en un imán para deportistas y curiosos. En este sentido, miles de marplatenses y turistas se congregan para aprender, entrenar y mejorar sus habilidades, mientras otros tantos acompañan y disfrutan de las acrobacias que realizan los deportistas. Por eso, desde “el Retrato…” dialogamos con quienes utilizan este espacio para desarrollar sus rutinas, compartir experiencias y conocer sus opiniones sobre el presente del deporte y las posibilidades que brinda este icónico lugar de encuentro para la comunidad skater.
“Hace un año practico. Me gusta el deporte, y la gente es muy buena. Son todos amables y amigables. Es un buen ambiente”, expresó Benjamín Pérez de 15 años, oriundo de Azul, entre una de sus sesiones. “Vinimos de vacaciones por Semana Santa, y ya conocía este skatepark. Está muy bien diseñado, bien hecho. Las rampas tienen buena inclinación. Siempre que vengo hay un montón de gente andando, y de todas las edades”.
A su vez, analizó: “Este espacio está muy bien pensado. Es ideal para aprender trucos. Ayuda al desarrollo de los deportistas. El coping sobresale, desliza muy bien. Eso se nota. Además, está en una zona céntrica. Podes ir a algún negocio a comer o tomar algo, y si es un lindo día, podés meterte al mar que está enfrente. Y pasa mucha gente, y bastantes personas se quedan a ver cómo andamos. Eso motiva mucho”. En esta línea, sobre su futuro en el skate, manifestó: “Me veo andando bastante bien, sobre todo si en Azul tuviésemos un skatepark mejor. Lo que más me gusta es competir. Me gustaría hacerlo en todos lados, y tratar de quedar primero”.
“Este deporte es mi pasión y por eso creamos la escuela de skate”
“Este skatepark se inauguró en 2011 y hace cuatro años fundamos la escuela Soul Skate Actualmente contamos con 200 estudiantes”, expresó Ignacio ‘Nacho’ Ramos, uno de los profesores de Soul Skate y que cuenta con 16 años de andar en skate. Asimismo, compartió el instagram de la escuela: @soulskate.class y agregó: “Pueden participar desde los tres años en adelante. Hace poco se incorporó una maestra de música jubilada, María Inés, que tiene 65 años. Está mejorando, se mueve con el skate. aunque todavía no se anima a tirarse de las rampas, si sigue así, seguro lo logrará”.
En este contexto, subrayó: “Es un deporte accesible. Está ese tabú que sostiene mucha gente sobre lastimarse al subir a una patineta, pero no es así. Todo lo contrario. Mientras que alguien esté, te asegure y te enseñe la técnica, se puede salir a flote” y precisó: “Como es un deporte individual y que depende del nivel de cada uno, todos encuentran sus metas. Van mejorando con el tiempo. Es un deporte que requiere de confianza en uno mismo, que va subiendo poco a poco a medida que se mejora”.
Sobre la importancia del skate en Mar del Plata, Ramos destacó: “Tenemos referentes, que son fuente de inspiración para muchos. Los mejores de Argentina son de la ciudad o se desarrollaron acá, como Sandro Moral, Milton Martínez, Matías Dell Olio. Además, la Federación Argentina por suerte está incentivando el skate y nos apoyan como deporte” y valoró: “El skate está creciendo mucho en Mar del Plata. Si bien contamos con este y el de la plaza Mitre, estaríamos necesitando más skateparks, que continúen con el formato de los que se utilizan en las olimpiadas y de forma competitiva. Eso fomentaría que los chicos que tengan el sueño y quieran llegar a competir, tengan lugares adecuados para aprender”.
“Sueño con ser de los mejores de Mar del Plata”
“Tengo 11 años y hace tres que practico skate. Cada poco voy mejorando las pruebas, estoy haciendo muchas”, celebró Facundo, uno de los chicos marplatenses que participan de Soul Skate. “Es un lugar muy lindo. Es un buen complejo, para hacer de todo. Lo que me incomoda es que pasa mucha gente muy cerca, y nos podemos lastimar o se nos puede escapar el skate y pegarles en los tobillos”, lamentó con preocupación.
“Quiero ser uno de los mejores skaters de Mar del Plata, como Milton Martínez o Axel Mansilla”, expresó y consideró: “Cada vez hay más skaters en la ciudad, y son de un buen nivel”. Por último, informó: “Voy a participar en una competencia en Miramar y más adelante en la Plaza Mitre”.
Desde los más chicos que sueñan con competir, hasta los profesores que impulsan el crecimiento del deporte, el skatepark de la Bristol no es solo una pista: es un motor de comunidad, cultura y futuro para el skate argentino.