
La Semana Santa trajo consigo un alivio para muchos trabajadores marplatenses que dependen del turismo para sostenerse. En la zona de la Playa Bristol, uno de los puntos más concurridos de la ciudad, los vendedores ambulantes montaron sus puestos con esperanza y expectativa. Entre choripanes, juguetes, indumentaria, artículos decorativos y peluches, quienes integran la feria valoraron el movimiento de gente y destacaron la importancia de mantener precios accesibles en un contexto económico desafiante. Desde su experiencia diaria, en diálogo con “el Retrato…”, relataron cómo es trabajar en la costa y qué representa para ellos este espacio que les permite llevar el pan a la mesa.
“Por suerte, entró bastante gente a Mar del Plata en Semana Santa y está consumiendo. Vivo de la venta ambulante y desde el jueves venimos muy bien”, expresó Cristian, uno de los vendedores que trabaja en la playa Bristol. En su puesto ‘Qué Rico’, “vendemos choripanes, hamburguesas, superpanchos, bondiolas”, detalló y subrayó: “Tratamos de mantener los precios bajos porque sabemos cómo está el país. Es muy complicada la situación, y queremos que la gente tenga la posibilidad de comer bien”.
A su vez, manifestó: “Pertenezco al sindicato de vendedores ambulantes de Mar del Plata, que conduce Walter Rivero. Se está formando un trabajo muy lindo, el sindicato está en buenas manos” y rememoró: “Vengo de una familia de vendedores ambulantes. Vendíamos en las canchas, en eventos, carnavales. El sindicato me dio la posibilidad de tener un puesto. Vamos progresando día a día y buscamos el bienestar de la familia”. En este marco, indicó: “Los argentinos siguen eligiendo los puestos de comida. El choripán es algo popular, es pueblo, y el trabajo, dignidad”.
Sobre la actualidad en Mar del Plata, indicó: “Cuando hay fines de semana largos, siempre viene turismo y se aprovecha. Estar acá en la playa Bristol, sirve bastante. Es un lugar muy turístico, pasa mucha gente. Se brinda la posibilidad de que venga cualquier persona con su mesita y ofrezca los productos que tenga para vender. Eso es ayudar al pueblo y de eso se trata el sindicato. Siempre se trata de acompañar a los emprendimientos”.
Por su parte, Milagros coordina un puesto de juguetes y peluches junto a su pareja. “Tenemos lo que está de moda, como los peluches de capibaras. Contamos con modelos con música y movimiento, con burbujeros y slimes. Todas cosas para los nenes”, explicó. Asimismo, detalló: “Es la primera vez que venimos a la rambla. Se ve movimiento, aunque los días grises y de llovizna alejan un poco a la gente. Esperamos cerrar Semana Santa de buena manera”.
En esa línea, analizó: “En enero había un poco más de movimiento y en febrero bajó el turismo. Ahora llega el frío y ya no hay tantas familias. Hay mucha gente grande y se nota”. Sobre el futuro, enfatizó: “Otros puesteros me han comentado que el invierno es bastante duro. Hay que aprovechar estos días que están lindos y que hay movimiento de gente. Hasta ahora nos fue muy bien y esperamos seguir así”.