
El titular del Astillero Contessi, Domingo Contessi, lanzó fuertes críticas al Decreto 273/2025, que habilita la importación de Bienes de Capital usados. Para el empresario, se trata de “un gravísimo error” que no solo pone en riesgo la industria naval, sino que además evidencia la falta de aprendizaje del gobierno respecto de errores históricos.
“Lo barato puede salir muy caro”, advirtió Contessi al rememorar lo ocurrido con el Decreto 440/71, que permitió la entrada de más de 120 buques pesqueros usados. A los diez años, la mitad de ellos estaban arrumbados y el 85% de las empresas que los habían traído había quebrado. Para el empresario, ese antecedente no puede ser ignorado: “Así se destruyó la industria naval más poderosa de Latinoamérica y se precarizó la flota pesquera con herramientas ineficientes”.
Aunque el Decreto 273/2025 fue presentado como una herramienta para dinamizar la economía, desde el sector naval advierten que, lejos de fomentar la inversión productiva, abre la puerta a proyectos oportunistas y de corto plazo. El resultado, según Contessi, será una competencia desleal para los armadores que apuestan por la construcción nacional de buques nuevos.
En los últimos años, la industria naval había comenzado a mostrar señales de recuperación. “Hasta 2017 no se había importado ni un solo barco pesquero nuevo. Se decía que era imposible. Pero cuando se frenó la entrada de barcos usados, se multiplicaron las inversiones, se redujo la antigüedad de la flota y se generó empleo genuino”, recordó.
El empresario fue aún más duro al trazar comparaciones internacionales: “Ningún país desarrollado permite esta competencia desleal. En Estados Unidos, no solo no se pueden importar barcos usados, sino que ni siquiera se pueden traer nuevos. Eso lo establece la Jones Act. Pero acá decidimos mirar a Nigeria o Angola, no a las economías avanzadas que cuidan su industria”.
En sus declaraciones, Contessi también cuestionó la supuesta “falsa narrativa” con la que se presentó el decreto. Según explicó, ya existía un régimen que permitía importar bienes de capital usados en los casos en que no hubiese producción nacional. “Lo que había que hacer era mejorar el trámite. Pero esto es directamente un disparate. Se engañó a la sociedad con ejemplos de bienes que ya se podían importar”, denunció.
Además, apuntó contra el Anexo II del Decreto, que determina qué bienes no podrán importarse usados, y por exclusión, cuáles sí. “Es una intromisión inaceptable. Se dijo que el Estado ordenaría la macroeconomía y que los privados nos ocuparíamos de la micro. Pero este tipo de medidas determinan, con nombre y apellido, qué industrias viven y cuáles desaparecen”.
Aunque reconoce que es “un día muy triste para la industria naval argentina”, Contessi aseguró que el sector no se dará por vencido: “Vamos a seguir adelante con fe en Dios, fe en el país y fe en la pesca”.