
“La cooperativa sigue teniendo un crecimiento exponencial”, aseguró el presidente de Oktupak, Juan Manuel Aiello, en diálogo con “el Retrato…”, y señaló: “Tenemos un polo productivo dentro de la cárcel de Batán y estamos por inaugurar un taller extramuros, que nos va a permitir darle continuidad a aquellos trabajadores que recuperan la libertad”. Si bien lamentó: “La situación económica del país y las políticas del Gobierno Nacional no favorecen. Falta trabajo, faltan oportunidades laborales y eso hace que la cooperativa pierda poder de contención”, destacó que “la propuesta de Oktupak viene bien aceptada por el resto de la comunidad. Más que nunca hay que apretar los dientes, no bajar los brazos, seguir, porque creemos y estamos convencidos que el camino es por acá”.
En este marco, Aiello valoró: “Uno de los compañeros recuperó su libertad en julio pasado. Venía trabajando bajo la órbita de la cooperativa y ahora podemos centralizar su actividad, su labor y su trabajo en el taller extramuros que, al igual que en la cárcel, hará carpintería y herrería. Además, contamos con salidas laborales de un interno que lunes, miércoles y viernes, de 9 a 17, también trabaja en el taller”.
“Es importante el impacto de Oktupak”
Así, sobre la reinserción social y laboral de quienes han perdido su libertad, expresó: “Siempre hemos mantenido un número de 8 a 10 internos. Lo más importante es que cuatro de los iniciales se mantienen en la estructura de la cooperativa. Eso es algo muy importante porque es muy difícil mantener la continuidad en actividades carcelarias, y ellos se han adherido, han aceptado las condiciones de trabajo y se han transformado en integrantes protagonistas de esta propuesta. No es algo indiferente”.
De este modo, Aiello recalcó: “Lo más destacable de la cooperativa es la calidad de trabajo que tiene. Sobre todo, teniendo en cuenta que es un ambiente extremadamente espinoso, no es fácil llevar propuestas. Por eso la trascendencia de la continuidad de estas cuatro personas. Han respetado las reglas de convivencia laboral, han mejorado y se han capacitado. Además, el trabajo realizado nos ha permitido vincularnos con las familias de estos trabajadores, con quienes también mantenemos vínculos operativos”.
“Nuestro trabajo nos legitima, pero faltan oportunidades”
Por otro lado, Aiello indicó que la propuesta es bien recibida por la comunidad “porque no se ha quedado en un proyecto o en una idea utópica. Por el contrario, nos hemos ido reforzando y legitimando con los trabajos realizados”. Así, resaltó la coordinación con “el club de rugby Mar del Plata, con la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP), con el Consorcio del Puerto, con el Ente Municipal de Vialidad y Alumbrado Público (EMVIAL), el reciente trabajo junto a la Fundación River Arena para la Escuela Secundaria Nº30 Barrio Centenario y con un montón de particulares y privados. Siempre se ha cumplido en tiempo, forma y en calidad de prestación. Esto nos da un sustento, nos da espesor en las propuestas, pero lamentablemente estamos inmersos en una situación donde las empresas reducen su personal, donde no hay trabajo, donde no encontramos oportunidades para poder llevar nuestra propuesta”.
“Este es el camino”
Sobre su motivación para continuar al frente de la cooperativa a pesar de las dificultades, Aiello manifestó: “Me siento muy orgulloso y feliz de estar en este proceso porque lo que nos proponemos, lo logramos. La difícil situación del país no depende de nosotros, pero todo lo que está a nuestro alcance, lo hemos hecho. Es decir, todo lo que corresponde a la labor de la cooperativa, sea lo laboral, en lo humano, en lo social, en lo familiar, lo estamos logrando. Después las políticas nacionales no están a nuestro alcance, solo las sufrimos. Pero el camino es por acá. Es el camino de la educación, del trabajo, de la familia. Eso no sólo va a beneficiar a los internos hoy, sino que cambia sustancialmente el ejemplo ante sus hijos y se brinda un futuro más auspicioso para ellos, para su familia y para esos nenes que van a tener menos chance de transitar el camino de los padres”.
Por último, consultado por su vínculo con el rugby, agregó: “Me ha capacitado para el rol de liderazgo. Desde muy chico he entrenado divisiones y he estado al frente de grupos. Pero, por sobre todas las cosas, el deporte me ha dado una mirada de 360 grados, para entender que la recuperación de estas personas, la transformación de estos seres humanos, es multidisciplinario”. Así, concluyó: “No sólo es una cuestión de capacitar a los internos, sino también la manera de enseñarles a vivir. Mostrarles que hay una sola vida, que es esta, que no hay otra, que no hay que perder tiempo y que todo el mundo merece la oportunidad de capacitarse y de valorar lo lindo y lo bueno que es vivir en libertad, en armonía, en paz, sin hacer daño y por sobre todas las cosas, sin desperdiciar la vida”.