
Desde hace semanas, cientos de trabajadores de las cabinas de peaje viven momentos de incertidumbre ante la decisión del gobierno de avanzar hacia un sistema de cobro digital, eliminando progresivamente las cabinas físicas. Esta medida pone en riesgo miles de empleos en todo el país, generando preocupación y movilización dentro del sector.
En varias estaciones de peaje, como en “El Dorado”, en la Autovía 226, los empleados han colocado carteles explicando la situación y advirtiendo a los usuarios sobre las consecuencias de esta medida. El Sindicato Único de Trabajadores del Peaje y Afines (SUTPA) ha manifestado su rechazo y ha iniciado gestiones con autoridades gubernamentales y empresas concesionarias, buscando alternativas que permitan la continuidad laboral de los trabajadores afectados.
Los motivos de alerta son claros: el nuevo modelo de cobro digital no contempla la reubicación de los empleados en otras funciones, dejando a miles sin respuesta sobre su futuro. Además, la concesionaria Caminos del Río Uruguay ha reconocido que no cuenta con los recursos suficientes para pagar indemnizaciones a los trabajadores que sean despedidos.
Frente a esta situación, el SUTPA ha planteado estrategias para frenar la implementación inmediata del nuevo sistema y exigir una solución equitativa. Han participado en audiencias con Vialidad Nacional y las empresas concesionarias, proponiendo alternativas para evitar los despidos masivos. También han intentado extender el período de concesión para ganar tiempo en la negociación.
Ante la falta de respuestas concretas, los trabajadores han decidido intensificar las medidas gremiales en distintos puntos del país, advirtiendo que el desfinanciamiento del sector no solo pone en peligro sus empleos, sino también la seguridad vial de quienes transitan diariamente. La lucha sigue en marcha, mientras cientos de familias esperan claridad sobre su futuro laboral.