
El clásico Mercado de Pulgas de Plaza Rocha sigue en pie, firme entre antigüedades, recuerdos y resistencia. A pesar de las crisis, la recesión, la pandemia y los cambios de época, los puestos mantienen viva una tradición marplatense que atraviesa generaciones. En diálogo con “el Retrato…” confesaron que atraviesan una dura actualidad. Entre ventas que caen, el regreso del trueque y la preocupación por la seguridad, los feriantes enfrentan un desafío complejo, pero con la esperanza intacta de que todo repunte.
“No se está vendiendo como en años anteriores”
En este marco, Andrea señaló: “Hace 21 años participo de la feria, siempre con antigüedades. En el último año el trabajo mermó, bajó bastante” y agregó: “Se ven personas diferentes. Hay mucha gente que viene de fuera de la ciudad, incluso de Buenos Aires. Muchos otros dejaron de venir. La mayoría de personas que viene en estos tiempos no conoce la feria”.
Sobre su puesto, detalló: “Lo que más vendemos son elementos de cristalería, porcelana, bronce, cosas de colección, revistas, juguetes, llaveros, herramientas, cuchillos, vajilla, discos. Es muy variada la propuesta”. A su vez, informó: “Hay mucha gente que ofrece trueques, intercambios. En nuestro caso, nos ofrecen ver la mercadería y vamos a domicilio a comprar”, y compartió su instagram: @ant1guedadesmdp con la comunidad.
Por otro lado, respecto a su experiencia en la feria, añadió: “Siempre varía la cantidad de puestos. En estas semanas van a entrar feriantes nuevos. Después de la pandemia hubo cambios. Mucha gente no pudo venir más y así se fue renovando”, y concluyó: “Esperamos que la gente empiece a comprar un poco más, porque en marzo estuvo muy tranquilo. Pienso que con el correr de los meses va a remontar, y más gente va a conocer la feria”.
“Esperamos que las ventas repunten”
Por su parte, Claudio, quién participa del mercado desde hace 9 años, comentó: “Desde finales del año pasado, han bajado las ventas. Se nota mucho. No recuerdo otra época mala como esta. Es preocupante. También reapareció el trueque y los canjes”.Respecto a su puesto, informó: “En estos años amplié el tema de los juguetes y las figuritas e incorporé antigüedades y coleccionables” y subrayó:”Siempre por la avenida (Luro) pasa mucha gente. No quiere decir que todos te vayan a comprar, pero la feria se ve. En la temporada se nota la presencia de turistas, como también durante los fines de semana largos. Por eso, espero que las ventas repunten y poder agregar algunas cosas más para atraer al público”.
“No tenemos seguridad”
Por último, con 20 años en el Mercado de Pulgas vendiendo manteles y sábanas antiguas, Mercedes manifestó: “Está todo muy tranquilo. La gente pasea. Le gusta la mercadería, pero no compra porque no hay dinero. Es como la peatonal que todo el mundo pasa, y son muy pocos los que compran” y analizó: “Es un fenómeno progresivo después de la pandemia. Antes de 2020, tuvimos temporadas de regular para arriba y después de la pandemia, de regular para abajo. Entiendo que lo que se vende no son productos de primera necesidad, sino gustos que se da la gente. Por eso comprendo que la gente guarda su dinero para la comida, los impuestos, medicamentos. Pienso que las ventas van a continuar en baja. Porque aumentó todo, la luz, el gas, la comida. Lamentablemente, cada vez la gente se restringe más en sus gastos”.
Respecto a la actualidad de la feria, indicó: “Ha crecido el tema de los manteros, que están los martes y los viernes. Comprendo que tienen que trabajar, y se siente la necesidad de la gente desocupada, pero no queremos el mal ambiente que se crea. Hay peleas, discusiones, problemas con la bebida y drogas. Algunos están pasados de sustancias” y concluyó: “Estamos pidiendo que haya más seguridad. Necesitamos que haya un rondín de la policía. El compañerismo de la plaza es muy bueno, cada uno tiene su puesto, pero nos ayudamos entre todos”.