La competencia desleal en el puerto es un problema creciente que afecta gravemente a los comerciantes establecidos, quienes cumplen con sus obligaciones fiscales y enfrentan una carga económica considerable. Los ambulantes, que operan sin pagar impuestos ni cumplir con regulaciones, han invadido las principales áreas comerciales, incluyendo los alrededores de los 9 bancos en un radio de 3 cuadras y se los puede observar en diversas esquinas de ese Centro Comercial.
Esta situación ha generado tensiones entre los comerciantes formales y los vendedores informales, “quienes ofrecen productos de dudoso origen, como ropa y alimentos perecederos, sin ningún control de calidad” 
afirman quienes tienen allí sus negocios instalados.
A pesar de las reiteradas solicitudes de la Asociación de Fomento del puerto, las autoridades municipales han mostrado escaso interés en intervenir, denunciaron. Los comerciantes se preguntan hasta cuándo deberán seguir soportando esta situación, que socava la competitividad y la estabilidad económica de los negocios legítimos. La falta de acción pone en peligro la sostenibilidad del comercio formal y pone en duda el compromiso de las autoridades con el desarrollo económico local.