El marplatense Enrique García electo Delegado de la Seccional Sudeste de UATRE  

En un contexto de creciente precariedad laboral, los trabajadores rurales argentinos enfrentan una de las crisis más profundas en la historia reciente del sector agrícola. Natalia Sánchez Jauregui, Secretaria de Organización de la UATRE  a nivel nacional, y Enrique García, Delegado de la Seccional Sudeste de Mar del Plata, remarcaron la difícil situación de los trabajadores del campo, quienes, según los dirigentes, siguen siendo víctimas de la informalidad laboral y de una deshumanización por parte de ciertos empleadores.

Hoy, el gremio UATRE (Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores) avanza con un proceso de organización y normalización en todo el país, celebrando elecciones de delegados en las distintas seccionales. A nivel nacional, el gremio ha tenido que reconstruir su estructura luego de una fuerte interna que afectó el trabajo sindical en diversas regiones. Este es el caso de Mar del Plata, donde se conformó una lista de unidad se eligió una nueva delegación con un mandato de cuatro años y que tuvo el apoyo incondicional de las 13 seccionales que abracan su ámbito.

Fiscalización y lucha contra el trabajo en negro: un desafío constante

La principal preocupación de Enrique García es la fiscalización de las 37.500 hectáreas de papa en la zona sudeste de la provincia de Buenos Aires, una de las regiones más productivas del país. De acuerdo con García, la lucha por erradicar el trabajo en negro, especialmente el de aquellos trabajadores que no son registrados formalmente, es urgente y desafiante. Estimó que “alrededor de un 80% de los trabajadores rurales en la zona están trabajando de manera informal, sin los beneficios de la seguridad social y la protección laboral”.

Enfatizó que “este panorama se agrava cuando se observa que muchos de los trabajadores provienen de otras provincias, como Santiago del Estero, y enfrentan condiciones de trabajo extremadamente precarias. El problema no es exclusivo de una zona o de un tipo de cultivo, sino que afecta a toda la actividad agrícola del país”.

El impacto de la “Ley de Bases” y el creciente conflicto con los empleadores

Una de las grandes preocupaciones que atraviesa la organización de los trabajadores rurales es la Ley de Bases. “La normativa, que exime a ciertos empleadores de contratar a trabajadores rurales de forma permanente, ha generado un contexto aún más complicado para quienes ya enfrentaban condiciones precarias”. Indicaron que “con esta ley se ha fortalecido a los empleadores, quienes en muchos casos no están registrando a los trabajadores, dejándolos sin derechos laborales”.

Las situaciones de despido injustificado se han vuelto frecuentes, y los trabajadores se ven obligados a abandonar sus hogares en el campo, sin que los empleadores asuman responsabilidades”. En este contexto, dijeron que “aprovechándose de la situación arrecian con denuncias por usurpación de tierras o bienes que son una constante, lo que refleja la creciente deshumanización que enfrentan los trabajadores rurales, quienes son tratados como si fueran invisibles”

Desafíos legales y la desinformación: un frente de lucha

Además de las dificultades de organización interna, UATRE se enfrenta a un frente legal complejo. “Los trabajadores rurales luchan por que se respete su condición de trabajadores permanentes discontinuos, un estatus que les otorga ciertos derechos laborales, pero que está siendo amenazado por los cambios legales. La disputa con la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA) es un ejemplo de cómo las modificaciones en las leyes pueden dejar a muchos trabajadores fuera del sistema de protección social”

En este contexto, la organización sindical denuncio que han tenido que lidiar “con una fuerte desinformación y con los ataques de sectores políticos, como el diputado Pablo Ansaloni (de la Libertad Avanza), quien apoyó la ley que recorta los derechos de los trabajadores rurales, pero que ahora enfrenta la repulsa del sector gremial”.

El futuro de los trabajadores rurales: ¿una situación que empeora?

“La situación actual de los trabajadores rurales en Argentina es, según los dirigentes, cada vez más grave. Los despidos masivos, la informalidad laboral y la falta de fiscalización están llevando a los trabajadores a una situación de total vulnerabilidad. La falta de apoyo por parte de muchos empleadores, sumada a la debilidad de los controles del Estado, han creado un panorama que muchos consideran como un retroceso a condiciones laborales del siglo XIX”.

El gremio UATRE se encuentra en medio de un proceso de normalización en todo el país, con elecciones sindicales y un fuerte enfoque en la fiscalización. Las prioridades para los próximos meses son claras: continuar con el trabajo de regularización laboral, mejorar las condiciones de los trabajadores rurales y seguir luchando por derechos fundamentales que permitan mejorar la calidad de vida de quienes sostienen el campo argentino.

Con las elecciones recientes en Mar del Plata y la normalización de las delegaciones, el gremio intenta reorganizarse para enfrentar los grandes desafíos que se avecinan. Sin embargo, el temor de que la situación se agrave sigue latente, especialmente en un contexto económico y político incierto.