Inundaciones en Bahía Blanca: las enfermedades que pueden proliferar de ahora en adelante

Agua segura, elementos de limpieza y servicios de atención son claves en estos momentos para proteger la salud pública en toda el área de Bahía Blanca azotada por el temporal.

Con el servicio de agua potable comprometido en algunas zonas y las dificultades para sostener las medidas de higiene y sanidad básicas mientras se limpian viviendas y comercios potencia el riesgo de que proliferen enfermedades. A la par, está la urgencia de reponer los medicamentos para tratamientos que la población haya perdido durante el desborde del agua al interior de las casas.

En Cerri la población no puede consumir el agua de las canillas porque la inundación contaminó los depósitos generales de la red de suministro. Con una botella de agua mineral de dos litros se las arreglan en las familias para lavarse los dientes y tomar algunos mates.

“Las ciudades y el entorno tienen un ecosistema que es muy frágil. Cualquier evento meteorológico inusual, rompe el equilibrio y todos los seres vivos tratan de salvarse, con alimañas y roedores que lo hacen acercándose a la población. Además, esta inundación destruyó casas y servicios que alcanzó a los efluentes cloacales, con pozos negros explotados. Toda esta alteración del ecosistema que contamina el agua trae enfermedades hídricas. De ahí la importancia de que la población esté vacunada, tenga acceso a agua segura y reciba elementos de limpieza”, dijo Hugo Pizzi, director del Centro de Enfermedades Tropicales de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y profesor de la Facultad de Medicina de la UNC.

Mencionó que, en este contexto con higiene personal limitada por la emergencia, aumenta exponencialmente el riesgo de exposición a parásitos en la materia fecal, bacterias en alimentos no seguros y orina o materia fecal de roedores que pueden transmitir hantavirus y leptospirosis, entre las enfermedades infecciosas que citó.

Pizzi no olvidó el virus del dengue entre las enfermedades transmitidas por mosquitos o, por el contacto con agua contaminada, en especial con efluentes cloacales, infecciones como la fiebre tifoidea, la disentería giardiasis, la amebiasis o la hepatitis A.

“Y, poco probable, poliomielitis y cólera”, insistió en señalar. Por esto, el infectólogo sostuvo que es fundamental que la población tenga al día las vacunas de calendario.

Brigadas de vacunación

“La colaboración en este momento implica enviar brigadas de vacunación urgente, garantizar la provisión de agua segura donde no la haya y elementos de limpieza –explicó Pizzi–. Sigue, luego, la evaluación de lo sucedido en los hospitales, con unidades móviles de atención hasta poner en condiciones los servicios, los equipos y las áreas de conservación de medicamentos que fueron dañados porque aumentará la demanda de la población por malestares, dudas y suspensión de tratamientos o controles. El gran trabajo viene ahora y la salud pública es el gran adalid.”

Servicios médicos, como el área de neonatología del Hospital Penna de Bahía Blanca, quedaron arrasados por el agua
Servicios médicos, como el área de neonatología del Hospital Penna de Bahía Blanca, quedaron arrasados por el agua

Desde el Ministerio de Salud bonaerense, en tanto, indicaron que en el Hospital Penna de Bahía Blanca se mantiene la internación de pacientes que requieren cuidados mínimos, pero la Guardia no está atendiendo. “Se trasladaron cuatro pacientes de cuidados intensivos y, en el hall, se instaló una Guardia móvil que se llevó desde La Plata”, detallaron. “Los [pacientes] críticos se trasladaron a centros privados y el hospital municipal que están funcionando”, agregaron desde la cartera a cargo de Nicolás Kreplak.

El municipio informó más temprano que el Hospital Privado del Sur de la ciudad estaba sin servicio eléctrico y habían dispuesto trasladar a los internados al Hospital Móvil de la Dirección Nacional de Emergencias Sanitarias (Dinesa). Ante la consulta, el Ministerio de Salud de la Nación indicó que se estaban derivando a esos pacientes y que preparan más kits para enviar con 43 medicamentos priorizados por la provincia de Buenos Aires.

A la guardia móvil del Penna están llegando, según ampliaron desde Salud provincial, consultas de urgencia asociadas “directamente con la inundación”, seguidas de los pedidos de reposición de medicamentos. En ese hospital provincial están relevamiento los servicios. “Entró muchísima agua en un hospital que tiene subsuelos”, definieron.

“Desde anteayer, están los equipos de infraestructura, mantenimiento y limpieza más los equipos médicos y técnicos médicos que están relevando todos los daños y empezando a ordenar para planificar la reoperativización de sectores y servicios”, continuaron.

Mañana podría llegar el tren sanitario con medicación, consultorios de atención ambulatoria y vacunas. Médicos y enfermeros reforzarían la atención postinundación, según explicaron. “Estamos viendo el estado de las vías”, señalaron en Salud provincial.

En el centro de la ciudad, también la planta baja de la oficina de PAMI quedó “devastada”, según describieron fuentes oficiales. La obra social de los jubilados está enviando camionetas con insumos y personal para restablecer la atención a los afiliados.

Desde el centro que dirige Pizzi en la UNC vienen advirtiendo desde el año pasado sobre este tipo de eventos meteorológicos inusuales. “Estamos inmersos en el efecto invernadero y estos fenómenos van a seguir ocurriendo –mencionó–. Lo que una ciudad puede evacuar en horas es imposible que lo haga con la caída de 200 o 300 mm de lluvia de golpe, como ocurrió en Bahía Blanca y alrededores.”

Mañana llegarán 200 bomberos voluntarios de la Región Sur y la Región Oeste de la provincia, que son los que más cerca están geográficamente de Bahía Blanca. Lo harán con motobombas para desagotar cocheras subterráneas o subsuelos, además de camionetas para asistir a los vecinos en la limpieza de las viviendas. Harán relevos cada 48 horas, con el envío de refuerzos en los próximos días.

“La desinfección de las casas y las calles es fundamental. El barro que arrastró genera olor porque no es solo tierra, sino que el agua recolectó todo a su paso y, eso, ahora está en descomposición. Eso hay que retirarlo y ayudar en la limpieza”, explicó Osvaldo Lori, presidente de la Federación de Bomberos Voluntarios de la Provincia de Buenos Aires. “Luego, sigue la desinfección y, en las viviendas, revisar las estructuras: los baños, la electricidad y la red domiciliaria de agua que se pudo contaminar porque el ingreso del agua afectó las cloacas por la presión. También, el agua arrastró alimañas, que también hay que eliminar”, mencionó entre las tareas a encarar.

Destacó, además, el proceso de acompañamiento emocional y psicológico por delante, con el estrés postraumático. “El agua hace desastres, más allá de los daños en lo estructural y los bienes. La gente pierde lo irrecuperable, desde una fotografía o el recuerdo de un familiar hasta documentación, estudios médicos o medicación. A partir de ahora, cada vez que llueva o se anuncie una tormenta, reaparecerá el miedo a que se repita un desastre así”, finalizó Lori.