La Corte Suprema de Justicia rechazó la licencia de Ariel Lijo y su nombramiento quedó en suspenso

Este jueves, la Corte Suprema de Justicia decidió por mayoría no aceptar el pedido de licencia del juez federal, Ariel Lijo, lo que impide su asunción en el máximo tribunal hasta tanto no renuncie a su cargo actual. Sin embargo, el magistrado ya anticipó que no renunciará y esperará la aprobación de su pliego en el Senado.

En concreto, Horacio RosattiCarlos Rosenkrantz y Manuel García-Mansilla votaron en contra de concederle la licencia de Lijo, mientras que Ricardo Lorenzetti, en minoría, propuso avanzar con su designación y tomarle juramento de inmediato.

El decreto presidencial que lo designaba quedó en suspenso y su futuro depende ahora exclusivamente de la Cámara de Senadores, que si aprueba su pliego, Lijo podrá integrar la Corte de manera vitalicia. No obstante, su postulación, que en un principio contaba con el respaldo necesario, se encuentra trabada por el escándalo relacionado con la criptomoneda $LIBRA, lo que llevó a distintos sectores a reconsiderar su apoyo.

Vale recordar que, el pliego de Lijo obtuvo dictamen favorable en la comisión de Acuerdos, pero su tratamiento en el recinto sigue demorado. A diferencia de su caso, el de García-Mansilla no alcanzó las firmas necesarias, lo que obliga a la oposición a reunir dos tercios de los votos para su aprobación. A pesar de que el catedrático ya juró como juez, su nombramiento es provisorio y está sujeto a un plazo de un año, lo que evidencia la fragilidad de su posición.

Por otro lado, el Gobierno no logró garantizar el respaldo político suficiente para convocar una sesión en el Senado que trate la designación de Lijo. Sin la certeza de contar con los votos necesarios, la administración de Milei prefirió postergar la discusión, lo que deja al magistrado en un estado de incertidumbre.

Por caso, Milei defendió la constitucionalidad de los nombramientos en comisión por decreto y sostuvo que la Corte ya avaló esta práctica al tomar juramento a García-Mansilla. “La evidencia de que el nombramiento por decreto es constitucional es que la Corte lo analizó y decidió tomarle juramento”, afirmó el mandatario en una entrevista. Además, calificó de “ñoños republicanos” a quienes cuestionan esta decisión.

Sin embargo, la designación de jueces por decreto generó incomodidad dentro del propio tribunal. Si bien en 2015 el expresidente Mauricio Macri utilizó este mecanismo para nombrar a Rosatti Rosenkrantz, ambos asumieron sus cargos solo después de obtener el acuerdo del Senado.

En este contexto, el exministro de la CorteJuan Carlos Maqueda, criticó la designación de Lijo García-Mansilla mediante decreto y advirtió que el procedimiento es “muy excepcional”, aunque en esta ocasión “se la ha tomado con mucha naturalidad”. Según Maqueda, la maniobra del Ejecutivo fue una “provocación”, ya que ocurrió días antes de la apertura de sesiones ordinarias del Congreso, donde los jueces de la Corte estuvieron presentes.

Cabe recordar que, desde el Ejecutivo defendieron el decreto a través de un comunicado de la Oficina del Presidente, en el que señalaron que “no tolera ni tolerará que los intereses de la política se impongan sobre los del pueblo argentino”. Según el documento, la Constitución otorga al presidente la facultad de seleccionar a los candidatos para la Corte, mientras que el Senado solo puede aprobar o rechazar sus nombramientos en base a criterios técnicos, no políticos.

La Corte Suprema de Justicia decidió por mayoría no aceptar el pedido de licencia del juez federal, Ariel Lijo.
La actual conformación de la Corte Suprema de Justicia.

Pese a estas justificaciones, el rechazo a la licencia de Lijo y la falta de avances en su nombramiento debilitan la estrategia del Gobierno. En Casa Rosada esperaban que ambos jueces estuvieran oficializados antes del discurso de Milei en la apertura de sesiones del Congreso. Sin embargo, la falta de definición impidió que el Presidente contara con cinco jueces en la primera fila de su intervención.

La decisión de Milei de insistir con Lijo también generó diferencias dentro de la oposición. Desde el PRO, el jefe de la bancada de senadores, Alfredo de Angeli, anticipó que su bloque votará en contra de su pliego en la antesala a la toma de juramento de García-Mansilla.

“No están las firmas, no tiene dictamen García-Mansilla y van en el mismo decreto. Va a haber un gran debate dentro del Senado”, afirmó el legislador tras una reunión con su líder político, Mauricio Macri.

El rechazo del PRO a la designación de Lijo suma un obstáculo más para el oficialismo, que deberá buscar apoyo en otros sectores si quiere lograr su aprobación en el Senado. Hace seis meses, el propio Macri había advertido a Milei que promover la candidatura de Lijo “es un error”.