Mientras el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, mantiene el silencio tras la amenaza de Javier Milei de intervenir el territorio bonaerense por la ola de inseguridad que aqueja a la región, el Partido Justicialista (PJ) nacional, a cargo de Cristina Kirchner, y el PJ bonaerense, liderado por Máximo Kirchner, dejaron de lado la interna peronista y defendieron la institucionalidad.
“El Consejo Nacional Federal del Partido Justicialista repudia la gravísima e insólita amenaza de intervención a la Provincia de Buenos Aires por parte del Presidente de la Nación, Javier Milei”, comienza la publicación realizada por las autoridades del espacio que nuclea a casi todos los sectores del peronismo.
En ese sentido, el PJ nacional enfatizó que Milei, en una “absoluta falta de respeto por la democracia y en un estado de desesperación total frente a los escándalos de público y notorio conocimiento, intenta un golpe institucional contra la provincia de Buenos Aires y su Gobernador Kicillof”.
Es preciso mencionar que, las palabras escritas por el justicialismo nacional en las redes sociales fueron posteriormente compartidas por la ex presidenta, Cristina Kirchner, que además hizo propio el comunicado realizado por el PJ de la provincia de Buenos Aires, que también hizo a un lado las diferencias que arrastra con Kicillof desde hace más de un año en nombre de las instituciones.
“En un nuevo acto de gravedad institucional, el presidente de la Nación instó al gobernador de la provincia de Buenos Aires a renunciar a su cargo para intervenir la región. ¿Hasta dónde, el presidente de las facultades delegadas, va a seguir agrediendo a las y los bonaerenses que han elegido democráticamente a sus representantes?”, expresa el inicio del comunicado que lleva la firma implícita del líder de La Cámpora.
En esa línea, el PJ bonaerense llamó a Milei a realizar una nueva reflexión, tal y como lo hizo cuando las autoridades del Gobierno nacional, en complicidad con el diputado libertario José Luis Espert, llamaron “irresponsablemente” a una rebelión fiscal para desbalancear las cuentas de la Provincia.
“Si al Presidente realmente le preocupa la vida de los bonaerenses, que comience hoy mismo a trabajar en conjunto con la provincia de Buenos Aires, y devuelva los más de 700 mil millones de pesos que le quitó para seguridad, salvo que solo quiera aprovechar este doloroso momento de las familias de las víctimas para fines electoralistas”, continuó el escrito.
En última instancia, el PJ bonaerense le pidió a Milei que advierta a sus funcionarios y legisladores para que dejen a un lado las “consignas violentas que promueven a través de las redes sociales, con las que instalan tendencias acusadoras hacia el Gobernador al llamarlo asesino”. “Convóquelos a ellos también a renunciar a esas prácticas y dedicar el tiempo a redoblar esfuerzos para garantizar la seguridad en la Provincia”, concluyó el comunicado.
Tregua en la interna del PJ: La Cámpora salió en manada a respaldar a Kicillof
El discurso de Cristina y Máximo Kirchner se dio en sintonía con la línea que marcó este jueves Kicillof, cuando desde La Costa habló de un uso electoral del crimen de Kim Gómez, la niña de 7 años que fue asesinada en La Plata durante un robo consumado por dos menores de edad que interceptaron el auto donde viajaba con su madre y la arrastraron 15 cuadras.
Esta mañana, Máximo Kirchner retomó el discurso en favor del gobernador, mientras en redes sociales y medios de comunicación otros líderes de La Cámpora reproducían mensajes de apoyo al mandatario bonaerense, como el senador Eduardo “Wado” de Pedro, la intendenta Mayra Mendoza y el jefe de la Cámara de Diputados provincial, Facundo Tignanelli.
“Más allá de las diferencias de opiniones y de pensamientos que hay dentro de un partido, creo que lo que ha hecho el Presidente es una muestra más de su comportamiento bravucón y de carácter inexplicable. Pasa los límites y creo que no es para nada correcto, porque en medio está la gente”, planteó Máximo Kirchner en declaraciones radiales.
En esa línea, el titular de La Cámpora advirtió que, “cuando el gobernador demostró la voluntad de dialogar, la respuesta que dio el Presidente fue berreta y mediocre”, aunque admitió que es la línea que sostuvo el Gobierno nacional los últimos 20 días, desde el episodio de la estafa con la criptomoneda LIBRA.
Con ironía, el diputado nacional dijo que resulta “llamativo” que Milei tenga como subsecretario a Daniel Scioli y como aliada en el Congreso a María Eugenia Vidal, que fueron gobernadores bonaerenses. “Hay episodios para recordar, quizás debería hablar con ellos. Recuerdo con Scioli el caso Pomar, cuando se estuvo buscando una familia durante días que estaba a la vera de la ruta”, lo chicaneó Kirchner.
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La Cámpora dejó de lado la interna peronista y respaldó a Kicillof frente a la amenaza de Milei de intervenir la provincia de Buenos Aires.
La Cámpora dejó de lado la interna peronista y respaldó a Kicillof frente a la amenaza de Milei de intervenir la provincia de Buenos Aires.
“Hay una irresponsabilidad muy grande del Presidente al sugerir una intervención. Y lo que me parece igual de grave es llamar asesino al gobernador de la Provincia, que no lo es. Me parece es de un mal gusto y de una irresponsabilidad enorme, pocas veces vista por lo menos en el último tiempo en nuestro querido país”, cerró el hijo de la ex presidenta.
Detrás de él, los integrantes de la mesa chica de La Cámpora se movieron en manada: “Pedir la renuncia de un gobernador elegido democráticamente para intervenir la Provincia es desconocer la voluntad popular. Otro impulso autoritario, como nombrar jueces por decreto o derogar leyes con decretos”, achacó Wado De Pedro.
Por su parte, Mayra Mendoza advirtió que ”castigar al pueblo bonaerense no le va a servir al Presidente ante la crisis irremediable de su modelo económico, que va camino al estallido”, mientras que el titular de la banca de diputados bonaerenses, Facundo Tignanelli, sentenció: “El gobernador le planteó públicamente al Presidente la necesidad de trabajar en forma conjunta. Su respuesta fue nuevamente dar la espalda al trabajo y tratar de sacar una ventaja política”.