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Tras idas y vueltas, finalmente el Gobierno nacional este martes concretó por decreto la designación por decreto del juez federal Ariel Lijo y el catedrático Manuel García-Mansilla como nuevos jueces de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Según trascendió en las últimas horas de fuentes de Casa Rosada, la definición sobre la firma de ambos decretos avanzó en la reunión de Gabinete encabezada esta mañana por el presidente Javier Milei y fue oficializado en el Boletín Oficial este miércoles por la tarde.
Tal como indicó la Oficina del Presidente, Milei designó a García-Mansilla y a Lijo en la Corte Suprema de Justicia hasta la finalización del próximo periodo legislativo “con el objetivo de normalizar el funcionamiento del máximo tribunal judicial de nuestro país”, ya que actualmente tiene solo tres ministros, producto de la reciente jubilación del exmagistrado Juan Carlos Maqueda.
“Durante el mencionado plazo, esta administración continuará con el trámite legislativo para que la Cámara Alta ejerza sus atribuciones y preste los correspondientes acuerdos a los pliegos. El Gobierno Nacional no tolera ni tolerará que los intereses de la política se impongan por sobre los del pueblo argentino, bajo ninguna circunstancia”, sostuvo la gestión de Milei.
En esta línea, desde Casa Rosada le tiraron misivas al Senado de la Nación, luego de que el pliego de Ligo no fuese tratado por la Cámara alta, al denunciar que los legisladores rechazaron el nombramiento judicial “en base a sus preferencias personales o políticas“.
“Es la politización de la Justicia una de las principales causas de que los argentinos no tengan un servicio de Justicia que resuelva sus problemas. La Constitución claramente establece que es el Presidente, y nadie más, quien tiene la facultad de seleccionar los candidatos para cubrir las vacantes en el Máximo Tribunal, limitándose el Senado a prestar su conformidad o rechazarlos en función de un análisis objetivo de la idoneidad técnica de los candidatos”, sentenciaron desde las filas mileístas.
Cabe destacar que tanto Lijo como Garcia-Mansilla fueron propuestos por el Jefe de Estado en marzo de 2024 para ocupar los cargos vacantes en el máximo tribunal. No obstante, los candidatos no consiguieron pasar la valla del acuerdo del Senado a pesar de que el pliego de Lijo contaba con dictamen de mayoría desde las recientes sesiones extraordinarias.
Si bien desde el Gobierno nacional habían sostenido días atrás que no avanzarían en la designación de los jueces por decreto, la falta de acuerdos con legisladores de la oposición para convocar a una sesión aceleró la posibilidad de designación por dicha vía.
“Es una posibilidad que tiene antecedentes nacionales e internacionales. Si no están designados y no se han dado los acuerdos para la designación de los jueces conforme la propuesta formulada por el Ejecutivo, Milei tomará la decisión que le parezca que tenga que tomar”, había manifestado el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, a fines de 2024.

En efecto, la Constitución Nacional, en su artículo 99 establece que el Presidente “puede llenar las vacantes de los empleos, que requieran el acuerdo del Senado, y que ocurran durante su receso, por medio de nombramientos en comisión que expirarán al fin de la próxima Legislatura”. En el caso de Lijo y García-Mansilla, tendrá duración hasta diciembre de 2025, y para extenderlo deberá tener acuerdo del Congreso.
Con este escenario, ambos magistrados deberán renunciar a sus cargos previo a cualquier jura. Según indicaron desde Tribunales, es difícil que un juez federal, como es el caso de Lijo, acepte renunciar al cargo para asumir en comisión a riesgo de que en 8 meses no logre aval, pero ahora la pelota la tiene el flamante miembro de la Corte Suprema de Justicia.
Asimismo, desde el bloque de senadores de Unión por la Patria advirtieron que voltearían los nombres de Lijo y García-Mansilla si eran designados de ese modo, lo que eventualmente podría derivar en una judicialización. Con la decisión de Milei ya efectuada, queda ver si el peronismo efectivamente lleva a cabo este accionar.
En tanto, el antecedente más inmediato en este tipo de designaciones en la Corte Suprema, fue el de Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti, a quienes el expresidente Mauricio Macri nombró en 2015, a pocos días de asumir. No obstante, ninguno asumió en el tribunal hasta no tener el aval del decreto en el Congreso.
La Corte Suprema y el actual escenario con solo tres jueces
A días de cumplir 75 años y dejar la Corte Suprema de Justicia, Juan Carlos Maqueda se despidió con un discurso crítico hacia la situación actual de las instituciones democráticas en el país. Durante la ceremonia realizada en el Patio de Honor del Palacio de Justicia, el juez advirtió sobre los riesgos que enfrenta el sistema republicano y dejó un mensaje de defensa de la independencia del Poder Judicial.
Con la salida de Maqueda, la Corte Suprema quedó con solo tres integrantes. Ante este escenario, el máximo tribunal ya reglamentó un mecanismo para garantizar su funcionamiento a través de la Acordada 41, que regula la designación de conjueces. El objetivo es evitar la parálisis en la toma de decisiones debido a la falta de mayorías.

Es preciso mencionar que, la actual integración de la Corte Suprema, conformada por Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti, las decisiones deben ser unánimes, lo que elimina la posibilidad de disidencias, lo que dificulta actualmente la toma de decisiones y la firma de fallos.