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Monseñor Ernesto Giobando asumió como nuevo obispo diocesano de Mar del Plata y cientos de fieles se acercaron a la Iglesia Catedral para presenciar la solemne ceremonia. Asimismo, asistieron distintas autoridades políticas como el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, y el intendente de General Pueyrredon, Guillermo Montenegro. A su vez, se recordó al papa Francisco y su delicado estado de salud. “Si bien es un día de fiesta para la Iglesia diocesana, también de preocupación porque Francisco está internado”, señalaron al comienzo de la consagración.
En este marco, Giobando llegó a la Iglesia Catedral tras una peregrinación simbólica y emotiva desde la Capilla Santa Cecilia, la Iglesia fundacional de Mar del Plata. En su trayecto fue acompañado por jóvenes de las distintas comunidades, y fue recibido por una multitud de fieles y el padre Ezequiel Kseim, párroco de la Catedral, quien le ofreció un crucifijo para besar y agua bendita para asperjar al pueblo. Luego, inició la Santa Misa.
Además de los mencionados Kicillof y Montenegro, también participaron de la ceremonia el intendente de General Alvarado, Sebastián Ianantuony, el intendente de Mar Chiquita, Walter Wischnivetzky, el intendente interino de General Madariaga Marcos Jovanivic, el secretario de Culto de la Nación, Nahuel Sotelo, el secretario de Culto bonaerense, Juan Torreiro, el senador nacional Maximiliano Abad, el diputado bonaerense Diego Garciarena, además de la presidenta del Concejo Deliberante, Marina Sánchez Herrero y los concejales Horacio Taccone y Diego García, entre otros.
Autoridades eclesiásticas
La celebración Eucarística fue concelebrada por numerosos sacerdotes y obispos entre los que se destacaban el Nuncio Apostólico, monseñor Miroslaw Adamczyk, los Arzobispos cardenal Angel Sixto Rossi (Córdoba), cardenal Mario Poli (emérito de Buenos Aires), monseñor Jorge García Cuerva (Buenos Aires); monseñor Juan Alberto Puiggari (Paraná) y de Bahía Blanca, monseñor Carlos Aspiroz Costa. También se encontraban presentes los Obispos monseñor Antonio Marino (emérito de Mar del Plata), monseñor Darío Quintana (Cafayate), monseñor Damián Nannini (San Miguel), monseñor Jorge Lugones (Lomas de Zamora), monseñor Ariel Torrado Mosconi (9 de Julio), monseñor Hugo Salaberry (Azul), monseñor Juan Ignacio Liébana (Chascomús), monseñor Raúl Martín (Santa Rosa), monseñor Oscar Ojea (emérito de San Isidro), monseñor Luis Stockler (emérito de Quilmes), monseñor Oscar Sarlinga (emérito de Zárate-Campana), monseñor Alejandro Giorgi (auxiliar de Buenos Aires), monseñor Iván Dornelles (auxiliar de Buenos Aires), monseñor Pedro Cannavó (auxiliar de Buenos Aires), monseñor Alejandro Pardo (auxiliar de Buenos Aires), monseñor Raúl Pizarro (auxiliar de San Isidro), monseñor Alberto Bochatey (auxiliar de La Plata), monseñor Jorge González (auxiliar de La Plata), monseñor Federico Wechsung (auxiliar de La Plata) monseñor Pedro Fournau (auxiliar de Bahía Blanca), monseñor Luis Martín (auxiliar de Santa Rosa).
Bula Papal y toma de posesión de la cátedra episcopal
Ya iniciada la Misa, monseñor Gustavo Carrara solicitó la lectura de la Bula del papa Francisco por la que designó a Giobando al frente de la diócesis de Mar del Plata, la cual fue acercada por el padre Román Bustinza. Seguidamente el canciller del Obispado y párroco de la Catedral, padre Ezequiel Kseim, dio lectura al documento pontificio en el que Francisco expresa: “con el corazón encendido por la nostalgia de nuestra patria celestial, elevamos nuestra mirada a la ciudad feliz, ese puerto bendito donde son acogidas las almas de los discípulos de Cristo” y seguidamente dispone “te relevamos de tus responsabilidades en la Sede precedente y del ministerio de Auxiliar, y te nombramos Obispo de Mar del Plata, otorgándote todos los derechos y deberes jurídicos conforme a las leyes del Código de Derecho Canónico.”
Tras la lectura de la Bula Papal monseñor Carrara le entregó a monseñor Giobando el báculo pastoral y lo invitó a sentarse en su cátedra, símbolo de la autoridad episcopal y lugar desde el cual el Obispo enseña el Evangelio, preside las celebraciones litúrgicas y anima la pastoral de la Iglesia particular que se le ha confiado.