Descubren un fraude en una sucursal de la Cooperativa Obrera, donde la cajera utilizaba la función de retiro de efectivo disponible para los clientes y, en algunos casos —especialmente con adultos mayores—, se quedaba con el dinero sin que estos se percataran.
Una de las víctimas, Elsa, relató que no se dio cuenta de lo sucedido hasta que la empresa la contactó. “Me llamaron de Bahía Blanca para decirme que debía presentarme en la sucursal de Pringles y hablar con el gerente porque habían extraído dinero de mi tarjeta de débito”, explicó la vecina de Coronel Pringles
Al acudir al supermercado, le confirmaron que el 11 de enero le habían sustraído $10.000. “Compro siempre y a veces retiro dinero. Cuando lo hago, me entregan un ticket, pero lo guardo sin revisarlo. Parece que una clienta sí revisó el suyo, se quejó con el gerente y ahí comenzaron a revisar las cámaras“, concluyó la pringlense estafada.