![](https://elretratodehoy.com.ar/wp-content/uploads/2025/02/pesca.jpg)
La actividad pesquera atraviesa una situación de crisis sin precedentes, que no solo afecta a los trabajadores del mar, sino que se extiende a toda una cadena de empleos vinculados a la industria. Los sectores involucrados afirman que “la rentabilidad de los barcos fresqueros y las plantas elaboradoras en tierra ha caído a niveles alarmantes, generando un escenario insostenible para miles de trabajadores y, en consecuencia, para la economía de un vasto sector de la comunidad marplatense.
El impacto de esta crisis no se limita al puerto: cientos de personas, desde los pescadores hasta aquellos empleados en la cadena de comercialización y los comercios locales, sienten la presión económica. La caída en los ingresos, producto de una serie de factores adversos, ha desencadenado una espiral de dificultades que afecta a todos los sectores involucrados.
Entre los principales factores denunciados por la Asociación de Embarcaciones de Pesca Costera y Fresquera están:
Caída de ingresos: La disminución de los precios internacionales, el atraso cambiario y la persistencia de los derechos de exportación (DEX) han erosionado la competitividad del sector pesquero, reduciendo drásticamente las ganancias.
Aumento de costos: La apreciación del peso, las regulaciones excesivas y el incumplimiento de los convenios colectivos de trabajo (CCT) han incrementado los costos operativos, dificultando la viabilidad de las empresas del sector.
En este panorama no dudaron en señalar que “esto se refleja en la crítica situación de los barcos fresqueros que operan sobre la merluza Hubbsi y el variado costero, y en las plantas procesadoras que elaboran la producción para su posterior exportación. Ambas actividades, fundamentales para la pesca y la economía local, están operando en números rojos”
Según el informe de la Consultora Económica INVECQ, la crisis afecta principalmente a los barcos fresqueros, el primer eslabón de la cadena extractiva, pero sus consecuencias se sienten en todo el sector. Subrayaron que “si no se toman medidas urgentes para aliviar esta presión, la retracción de la actividad será aún mayor, con consecuencias sociales y económicas profundas para la región”
Es por esto que reclaman como necesario que “las autoridades revisen las políticas vigentes y tomen decisiones concretas para salvar la pesca. Reducir las cargas impositivas, actualizar las regulaciones laborales y proteger la competitividad de la industria pesquera en el mercado internacional son pasos fundamentales para evitar que el sector siga en picada”.
Sin duda el llamado es urgente, no solo por la supervivencia de los trabajadores del mar, sino también por la estabilidad económica de toda la comunidad. Sin una acción inmediata, la crisis pesquera amenaza con convertirse en una crisis social de gran escala.