La indignación y el miedo recorren las calles de Jacinto Peralta Ramos tras el brutal asesinato de Cristian Velázquez en un quiosco de la zona. Comerciantes y vecinos no sólo lamentan la pérdida de una vida, sino que también señalan con firmeza a las autoridades como responsables de la inseguridad creciente. En medio de promesas incumplidas y una presencia policial que califican de insuficiente, la comunidad denunció ante “el Retrato…” que los hechos de violencia y robos se han vuelto moneda corriente. Entre el dolor y la impotencia, quienes trabajan y viven en el barrio exigen respuestas concretas y soluciones urgentes antes de que la tragedia vuelva a repetirse.
“Las autoridades son responsables de este asesinato”
“No interesa si ahora los asesinos van a estar en cana. Lo que interesa es la vida de este hombre, que lo tendrían que haber prevenido. Las autoridades son los culpables”, afirmó Raúl, de la mueblería ‘Dulce Hogar’, ubicada en Jacinto Peralta Ramos entre Irala y Ortiz de Zárate, a metros del quiosco donde Cristian Velázquez fue asesinado. En esta línea, agregó: “Tendrían que haberlo cuidado, si ya venían robándole seguido. En abril se iba a cumplir un año de cuando se salvó de un tiro por la caramelera”.
Asimismo, rememoró: “El intendente vino antes de las elecciones y prometió que iba a poner un patrullero. Vino uno de 13 a 17 y nunca más. Tenemos que estar encerrados, vigilándonos entre nosotros. Y pasó lo que pasó. Lamentablemente ya no hay nada que hacer. Vinieron dos fiscales, toda la Plana Mayor de la policía, que tendrían que haberlo cuidado. Ellos son los responsables de lo que sucedió”.
A su vez, recalcó: “Tenemos que seguir trabajando. No queda otra. A veces hay que estar encerrados con llave porque no hay gente hasta las cinco de la tarde. No es el mismo movimiento, y hay que tomar recaudos. No anda ni un patrullero. Nos cubrimos como podemos” y relató: “Hace veinte días, a una chica estaban a punto de robarla, pero como nos vieron a mi y a mi hijo, se hicieron los tontos y se fueron. Tenemos que arriesgar nuestras vidas para cuidar a otra persona y así no debería ser”.
“La policía no hace nada. No sirve hacer las denuncias”
Por su parte, desde el quiosco ‘Los Chikos’ en Jacinto Peralta Ramos 559, Francisco expresó: “Desde mediados de diciembre el barrio se ha puesto más heavy. Han sucedido diversos robos y situaciones de inseguridad, en especial sobre la zona del Estadio. A un chico que iba en su moto, le aparecieron delincuentes en dos motos y dispararon al aire para robarle. No es para nada tranquila la zona”.
En este sentido, agregó: “Policía no hay. No se ve. Pasa muy de vez en cuando por la avenida (Peralta Ramos), pero más que eso no. Por eso, muchos vecinos andan con miedo. Además, no fue la primera vez que le robaban a ese quiosco. Con lo que pasó ayer, cerraron muchos y se fueron los que quedaban. Nosotros no podemos hacer nada, pero tampoco veo acciones de las autoridades. Quizá ahora pase más la policía, pero será una semana y volverá todo como siempre” y subrayó: “Preocupa el invierno porque todavía hay menos policía en esos meses”.
“Están controlando trapitos y esta zona está abandonada”
“Está muy peligrosa la zona. Los vecinos están shockeados”, aseguró Camila, trabajadora de ‘L’Arrabbiata’, local de pastas artesanales ubicado en Jacinto Peralta Ramos esquina Ortiz de Zárate. “Es terrible todo lo que roban. Sobre todo, hacia el lado de la avenida Vértiz y para el estadio (José María Minella). A la noche cierro rápido, porque siempre está el miedo de que me roben otra vez. Hace unas semanas me robaron la moto”.
Sobre lo sucedido, manifestó: “Sabíamos de algunos robos que había sufrido y de aquella vez que se había salvado del disparo. Esta vez no fue así. Es terrible porque fue a las cuatro y media de la tarde. Somos todos conocidos del barrio. Nos cuidamos entre todos. Pero volver a trabajar es difícil y con mucho miedo”. A su vez, analizó: “El personal de UTOI (Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas) está parando en el Estadio, pero nunca se ven por acá y estamos a cinco cuadras. Tampoco se ve policía ni patrulla municipal”.
Ante este panorama, señaló: “Están con el tema de los trapitos, pero acá estamos abandonados. Durante la tarde no hay movimiento y a las siete cierra todo. No anda nadie. Y parece que en el invierno va a ser peor”. En este contexto, lamentó: “A un hombre mayor le robaron el auto. Es una persona mayor que anda con bastón y camina despacio. Les entregó el auto, pero lo empujaron igual. Lo tiraron y se golpeó la cabeza”.
“Siempre corremos peligros los laburantes”
Por último, Miguel, taxista desde hace 46 años y que usualmente para en Jacinto Peralta Ramos y Ortiz de Zárate, cuestionó: “No entiendo por qué no hay un patrullero por la zona. Por lo menos que esté parado y controle. Nunca hay nadie. Cuando sucedió el hecho había cinco, pero ya había ocurrido lo peor. Antes, nada. Nunca. No puede ser que cada uno se tenga que defender como pueda”.
Como mensaje a las autoridades, concluyó: “Que se preocupen un poco. Que dejen de echarse la culpa los unos a los otros y traten de mejorar la situación. A veces se ve a los policías con los teléfonos y no miran ni controlan, cuando para eso son policías. Me da lástima que la gente que labura siempre corra peligro. Cada vez menos gente quiere ir a laburar por el miedo. Eso es lo que nos está pasando, el miedo”.